Hace unas semanas una de mis clientas quiso cambiar de plan.

Pasó de Build a Move.

Ahora nos vemos una vez al mes,

a otro ritmo,

con otro enfoque.

Y en nuestra última sesión dijo algo que se me quedó grabado:

"Siento que ya que hemos construido, ahora quiero bajar las revoluciones para crecer”.

Esa frase me llevó directo a otra clienta, una de las primeras que pasó por The Service Lab.

Recuerdo que al finalizar su proceso, le envié un review form.

Y justo ahí me dejó una observación muy parecida:

Esa frase fue una semilla.

El inicio de algo que aún no sabía que iba a crear.

Fue el empujón que me hizo replantear cómo dar más flexibilidad.

Gracias a ella nació la estrategia de precios que uso hoy.

Y esa misma estrategia…

es la que hoy le hace sentido a esta nueva clienta.

Lo que antes fue solo un comentario en un formulario,

hoy es parte real del servicio.

Por eso siempre digo que The Service Lab lo creamos juntos.

Porque los servicios no nacen en una hoja en blanco.

Nacen de la experiencia.

De escuchar.

De adaptar.

Y cada vez que una clienta evoluciona,

mi servicio también lo hace.

Así que si estás dándole vueltas a qué ofrecer,

cómo crecer o qué cambiar...

Te dejo esto:

Tus mejores ideas no están en tus notas.

Están en la experiencia que tus clientes ya están teniendo.

, la respuesta que buscas, está en el terreno.

______

Happy experimenting,

Karla Massiel

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