Nunca fui buena en ortografía. 

Para que entiendas la magnitud del caso:

En el colegio solíamos entregar la asignaciones escritas en una mascota a final de mes. 

Parte de las puntuaciones incluían la revisión ortográfica de las respuestas. 

Y yo, por más que intentaba hacerlo acorde, siempre me equivocaba. El concepto de tilde no me hacía sentido, y terminaba colocando tildes de menos o en su caso muy demás. 

Eso significaba que cada mes mi puntuación por ortografía estaba por el piso. 

Un día decidí aceptarlo y trabajar con lo que sí tenía disponible:

Un amiga con MUY buena ortografía. 

Así que se me ocurrió una magnífica idea, aprovechar las virtudes de otros para crecer juntos… es decir, que ella verificara mi mascota antes de entregarla y así todos salíamos felices. 

Era un muy buen intercambio, considerando que Química y Matemática se me daban muy bien. 

Desde ese momento, mi ortografía nunca fue un problema.

Hasta que creé este correo.

No puedo explicarte las ganas tan grande que tenía de escribir, de compartir lo que sabía…

Y el terrible miedo que tenía a que alguien pensara menos de mi por… mi falta de tildes. 

Pero eso no me detuvo, 

En el 2019 lancé el primer correo con Karla Massiel. Y utilicé la misma técnica que en el colegio pero esta vez con una alianza más funcional: Mi esposa. 

Mi esposa comenzó a verificar todos mis correos antes de enviarlo. 

Hasta que entró al Master y pues…. todo se fue a la verga. 

Ya no tenía el corrector y google no era suficiente. Pero había perdido algo importante:

El Miedo. 

Así que comencé a escribir, aún con errores, aún con faltas ortográficas. Porque sabía que lo que tenía para decir era importante y que aprendería en el terreno.

Por eso no es sorpresa que cuando recibí este correo… sentí como si el circulo se cerrara:

Hace unos días me encontré con ese screenshot, lo guardo en mi carpte de Wins por lo mucho que significó para mi en ese momento.

Y hoy decidí compartirte su historia … por una simple razón:

Te va a dar miedo, pero valdrá la pena. 

Ahora los correos se han convertido en el principal método no solo de conexión, sino de conversión (Como ya te habrás dado cuenta en mi correo del reporte).

Y doy gracias a que hubo un momento que lo hice, aún con miedo.

Y si, aún cometo errores.

(Mi hermano, que se subscribió a este newsletter, es experto en identificarlos 🥹)

Pero aún con errores este correo ha impactado vidas, me ha conectado con personas increíbles, y justo ahora, me permite conectar contigo.

Y eso, no lo cambio por nada.