Solía vender servicios de diseño.

Si llevas más de dos años conmigo, es probable que lo recuerdes.

Lo bueno de los servicios de diseño es que si haces un buen trabajo el cliente suele durar años contigo, y eso lo convierte en algo atractivo. 

Eso fue precisamente lo que sucedió en un momento clave de mi transición a The Service Lab (antes *Aligned*).

En una misma semana me escribieron dos antiguas clientas interesadas en hacer un upgrade.

Como siempre, agendamos una sesión inicial para entender qué necesitaban.

Ambas tenían el mismo factor común:

- Les habían recomendado realizar una página web y un rediseño de marca.

- La solución a su problema no era esa.

Parte de mi forma de trabajar es priorizar lo que se alinea con mi cliente.

Y eso fue justo lo que hicimos:

- Les indiqué el problema real.

- Identificamos posibles soluciones acorde.

- Las redirigí con quienes sí podían ayudarlas, porque ya no hacía ese tipo de trabajo.

Y así fue como rechacé $4,000 dólares en una semana. 

Traigo esta historia a colación porque es parte de un principio base en The Service Lab:

No todo cliente es una oportunidad.

No solo porque pueda ser un mal cliente, sino porque a veces no es el ideal para tu servicio. 

Quienes han formado parte de The Service lab no solo tienen un compromiso con su cuenta bancaria sino con sus resultados y con la coherencia hacia el cliente.

Esa es la razón por la que enseño a calificar al cliente. Todos ganan:

- Trabajas con clientes que se alinean contigo y a quienes puedes generar resultados.

- El cliente termina feliz y más que dispuesto a hablar bien de ti.

- Y tú posicionas tu autoridad, dejando claro cómo sí puedes trabajar.

Quizás te pase como a mi clienta LC. Después de decirle “no” a un servicio express de un cliente y explicar las razones, terminó convirtiéndolo un mes después… por más de 5 veces el costo inicial.

Al final, lo que quiero que te lleves es esto:

Calificar al cliente no solo te ayuda a tener “clientes buenos”; también te da la paz y libertad de saber que estás siendo coherente con tus servicios mientras posicionas tu autoridad.