Hoy es domingo.

El cuerpo lo sabe.

Y el piano… también.

Así que, por una vez, déjame proponerte algo radical:

Toca sin estudiar.

Sí, lo has leído bien.

Nada de escalas.

Nada de metrónomo.

Nada de ejercicios técnicos que te hacen sudar más que una clase de spinning.

Hoy toca tocar por gusto.

Esa canción que te sabes de memoria.

Ese fragmento que siempre te emociona.

Ese pedacito que, aunque repites desde hace meses, aún te pone los pelos de punta.

Hoy no se trata de mejorar.

Se trata de sentir.

De reconectar con eso que te hizo enamorarte del piano en primer lugar.

Con ese momento en el que pensaste:

“Yo quiero hacer eso”.

Porque la música no se inventó para entrenar.

Se inventó para disfrutar.

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Para que aprendas tocando.

Y toques disfrutando.

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Hoy solo te pido eso:

No toques para mejorar.

Toca para recordarte por qué empezaste.

Pasa un domingo tranquilo,

Javi

P.D. Si tienes un amigo pianista que lleva días sin tocar… mándale esto. A veces lo único que falta es una excusa. Y si te lo han reenviado, puedes apuntarte a la newsletter aquí.