Lo que Al Pacino puede enseñarte sobre los negocios (y la vida!)
Jul 08, 2022 12:11 pm
Hay una película del 1997 que se titula Pactar con el Diablo. La protagoniza Al Pacino y Keanu Reeves.
En un momento de la película, que no voy a desvelar por si la quieres ver, Al Pacino dice: La vanidad es sin duda mi pecado favorito.
Y la realidad, es que Al Pacino tiene razón. La vanidad es tener un gran orgullo y un afán de ser admirado excesivos.
Y en la época que vivimos de Redes Sociales y de exposición constante a los demás, es muy difícil controlar la vanidad.
¿Quién no ha caído en el postureo en alguna foto? Y ha sentido un cosquilleo de placer cuando le subían los likes en esa foto o en un tweet bien pensado. (es normal que lo sientas, por la dopamina, si quieres otro día te lo explico)
O quizás no te pasa en redes. Te pasa en tu trabajo, o con tu familia, o con los amigos…
O lo mejor tú ya has alcanzado la quinta dimensión y ya te has desapegado completamente del ego y no estás por estas menudencias. De eso hablaré otro día, también si quieres.
Y en los negocios y las inversiones, la vanidad puede arruinarte.
Nos han hecho creer que, si puedes vender algo a 100 personas, lo podrás hacer a 1000, a 10.000 o a 100.000.
Y eso no es del todo cierto. No sé dónde está tu punto de quiebre, pero existe. Quizás el tuyo está en 20.000. O a lo peor en 2000. Pero ese punto existe.
Puede deberse al tamaño de tu nicho, a la escalabilidad real del producto o servicio, a la saturación del mercado, a los competidores o a la infraestructura que necesitas para conseguirlo.
Incluso en un negocio online, no es lo mismo vender a 1000 que a 100.000. Para 100.00 necesitas equipo, servidores, publicidad costosa, atención posterior, etc…
Y en cualquiera de esas cosas puede pillarte los dedos. Un error de cálculo y te quedas pillado.
O haces un “all-in-one” al BTC cuando está a 60.000 y pierdes hasta la casa. Eso sí, holdeando como un p*** amo.
¿Y sabes qué es lo que más ciega?
La vanidad.
El p*** ego que todo lo empasta.
El tomar ese chute de dopamina del éxito y creer que no hay límite. Y lo hay.
Sé que decir esto no me va a traer seguidores, pero es que hay límite. Y si está más lejos de lo que crees, no es problema. Tienes margen de mejora y puede ir a más.
Pero, ay, si está más cerca. Te caes del pedestal al que te ha subido tu ego. Y a veces es tal alto que el tortazo es monumental.
Con suerte recuperable. Con menos suerte no sales del hoyo por mucho tiempo.
Y todo esto no se me ha ocurrido porque si, sino por cosas que veo a DIARIO. Y quería hacer una Newsletter divertida pero me ha salido seria. Porque lo veo. Y no da risa.
Espero que en la próxima podamos reírnos. Porque esto va de tener Buena vida. Pero a veces hay que quitar “lo que sobra” antes de poner lo que falta.
Mertxe
PD. Una de las maneras de evitar esto es trabajar el ego. El Mindfulness puede ayudarte mucho. Te dejo link a mi curso por si te interesa iniciarte en él.
PD2. Si quieres proponer algún tema particular en esta Newsletter solo tienes que responder.