🌱Lo aprendí del Hip Hop

Oct 11, 2024 10:30 am

Siempre me ha llamado a la atención el Hip Hop.


Bailarlo más que nada.


De hecho, uno de mis hobbies desde que empecé a emprender era tomarme 5 minutos de break para ver videos de Hip Hop en Youtube.


La emoción de quienes bailan, la entrega, los movimientos.. lo amaba.


De hecho practicaba algunos pasos a mi forma bien rookie solo por que si.


Hasta que finalmente lo hice.


En el 2015, cuando viví en Chile, me inscribí al Hip Hop.


Estuve en Chile gracias a mi emprendimiento.


Pero lo único que hacía era trabajar en mi proyecto, así que se me ocurrió algo magnífico:


“¿Qué tal si cumplo mi sueño de inscribirme en el Hip hop? Sería buena idea para salir y conocer personas.”


Así que eso hice.


Me compré los pantalones holgados, unos tenis que ya tenía y comencé a ir a las sesiones.


En las sesiones hacia las coreografías e incluso me grababa con la excusa de verlos después, de hecho tengo par de videos aún guardados que lo comprueban.


Había un solo problema:


Los pasos no me salían como a los demás, aún cuando hacía justo lo que me indicaban.


Un día, mi instructora me pidió que me quedara luego de la sesión.


Ahí me dijo algo que nunca olvidé:


El Hip hop viene del corazón. Los pasos no saldrán a menos que decidas tomártelo en serio


Esa fue la última vez que fui a una práctica.


Y la razón es esta:

Mi instructora tenía razón. No me lo estaba tomando en serio.


De hecho…


Aún cuando hacía “todo” según yo, cuando un paso no me salía bien, me reía en medio de la coreografía.


Ese simple gesto ya me daba señales de mi actitud, pues es algo que nunca hubiese hecho en mi proyecto.


Si algo no salía bien, asumía la responsabilidad, indagaba, probaba otras cosas pero reírme no era mi única respuesta.


Así que decidí salir por algo simple:


Sabía que no me lo iba a tomar en serio porque esa no era mi prioridad en ese momento y seguir ahí me hacía sentir que le faltaba el respeto a mi instructora y colegas.


Con el Hip hop aprendí que lo que no tiene mi intención, no merece mi atención.


Ó como imagino que diría mi antigüa instructora:

Lo que no tiene mi corazón, no merece mi atención.


Y por eso te regalo la misma pregunta que me hago en esos casos:


  1. ¿Estoy tomándome esto con la seriedad que amerita?
  2. Si la respuesta es un No, ¿Cuál siento que es el próximo paso?


En algunos casos será dejar ir, en otros asumir la responsabilidad que conlleva comprometerme conmigo.


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