Hay un factor común entre mis clientes cuando ya llegan a la cantidad de clientes que querían:

De repente tienen espacio mental para ver otras áreas que antes estaban siendo ignoradas.

No porque no fueran importantes, sino porque el enfoque en “conseguir más” opacaba todo lo demás.

Y casi siempre pasa lo mismo.

Cuando la parte de generar está resuelta, aparece un área que se vuelve imposible de ignorar: la comunicación con el cliente.

Seguimientos, cronogramas, accesos, respuestas…

Horas y horas que podrían estar invirtiendo en apoyar más al cliente o, sinceramente, en tomarse una copa de vino mientras el sistema corre solo.

Lo interesante es que ambas opciones son igual de válidas.

El problema es que sin un sistema, esa comunicación se vuelve un agujero negro de tiempo y energía.

Por eso, en The Service Lab hacemos algo muy simple: creamos un portal de clientes.

Un espacio donde el cliente encuentra todo lo que necesita durante el servicio.

He montado portales en Drive, en Notion y hasta en plataformas con su propio login.

Lo importante no es la herramienta, sino lo que genera:

Simple para el cliente, que encuentra todo en un solo lugar.

Simple para el negocio, que se ahorra horas de explicar lo mismo una y otra vez.

Simple para crecer, porque todos los clientes pasan por un proceso definido.

El portal es como el next level de optimizar tu servicio.

Así que si ahora mismo tu comunicación con clientes te tiene respondiendo correos a las 6:00pm, explicando por quinta vez dónde está el archivo, o lidiando con un cliente que micromaneja porque no sabe qué sigue…

Quizás lo que necesitas no es más paciencia.

Es un portal que lo resuelva por ti.

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Happy experimenting,

Karla Massiel

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