Sé que vender no es fácil para todo el mundo.

No porque no sepan, sino porque lo han hecho más complicado de lo que es.

Pareciera que necesitas un ejército de herramientas para generar más.

Pero he visto personas que decían no saber vender terminar cerrando miles de dólares.

Y por eso creo que mi perspectiva puede apoyarte

so, aquí va:

Dentro de The Service Lab,

hay algo a lo que yo llamo Poder Único de Ventas,

Es esa habilidad individual, propia, con la que vendes de forma natural, pero que a veces ni te das cuenta que tienes.

Antes de explicarte cómo funciona, quiero contarte algo más básico:

cómo yo defino vender.

Vender, en mi diccionario, es un intercambio de tiempo por dinero.

Así de simple.

Todos tenemos la capacidad de crear pero decidimos en qué enfocarla.

Cuando alguien te compra, lo que realmente está diciendo (aunque no sepa explicarlo) es:

“Esta persona invirtió tiempo en crear esto. Prefiero pagarle a ella que invertir ese tiempo yo.”

Y sí, eso también aplica a algo tan simple como un termo de agua.

Tú podrías comprarlo más barato en Alibaba,

pero eliges Amazon porque te llega en dos días.

Ahí hiciste un intercambio.

Pagaste por ahorrarte tiempo.

Y cuando entiendes esto, te das cuenta de algo que para mi es emocionante:

todos sabemos vender, porque todos hemos intercambiado algo alguna vez en nuestra vida.

Solo que lo olvidamos.

Lo enterramos debajo de técnicas, scripts, fórmulas de otros…

y dejamos de confiar en lo que ya sabíamos hacer de forma natural: intercambiar.

Ahí es donde entra el concepto del Poder Único de Ventas.

Como todos tenemos la capacidad de vender,

lo único que necesitamos es reconocer cómo se ve en nosotros.

Ese es uno de mis momentos favoritos dentro del Lab:

descubrir esa forma única en cada cliente.

Porque no todos vendemos igual.

Algunas se les hace más emocionante intercambiar por escrito,

Otros, son buenísimos en llamadas,

Otros prefieren una audiencia gigante y comunicar su mensaje,

Y cuando entiendes cual es el tuyo, todo cambia.

Dejas de compararte.

Dejas de forzarte.

Y empiezas a vender desde lo que ya es parte de ti.

Eso es lo que pasa cuando trabajo en identificar la Autoridad.

Para mi es igual de importante lo que vendes que el cómo lo vendes de forma sostenible para ti.

Y sí, eso se puede enseñar.

Pero también se puede descubrir.

Un buen punto de partida es:

¿Cuál de todas las formas en las que has vendido se ha sentido casi natural?

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Happy experimenting,

Karla Massiel

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