Decidí bajar mi porcentaje de conversión.

(Si, intencionalmente. Pasó hace casi dos años)

Estas son 5 cosas que hice:

Comencé a Calificar clientes más intencionalmente.

En vez de recibir a todo el que me quiera pagar decidí recibir a aquellos que más costó efectivo le iba a ser mi servicio y lal mismo tiempo me emocionaban.

Eso implicó que en pleno lanzamiento, dijera más de 20 veces que no a clientes que técnica y económicamente estaban calificados.

Agregué más filtros a mi proceso.

Aplicaciones, llamadas, registros…

Más que nada porque cuando el cliente viene a mi quiero que esté lo más consciente de mi servicio, de quien soy y de cómo trabajo. 

Así ambos nos lo disfrutamos.

Dejé de hablar desde la escasez y miedo.

El miedo y la escasez convierten. Más de lo que imaginas.

Es una técnica que se utiliza en contenido donde te hago entender todo lo que estás haciendo mal y eso te apoya a moverte.

Es tan común que sin darme cuenta comencé a utilizarla. 

Contenidos tipo: “Para de, Estás perdiendo milllones, etc”

Pero esa no soy yo, todo lo contrario. Creo genuinamente que mis clientes están haciendo lo mejor que pueden con las herramientas que tienen y en The Service Lab lo que hacemos es potenciarlo.

Dejé de manejar objeciones.

No convenzo a la gente de comprarme. Tampoco cambio No por si. No es mi estilo y no me interesa.

Si no te sientes seguro de trabajar conmigo, conversaremos lo que te preocupa. Pero no para que me compres, sino para que te vayas seguro de tu decisión.

El resultado de estas decisiones ha sido el siguiente:

Mi porcentaje de conversión bajó. 

Llegando a rechazar +US$6,000 en uno de esos primeros meses.

Ese primer año generé un 45% menos que el año anterior.

Ahora casi dos años después veo el resultado:

• Aumentó la retención de mis clientes. 

• El cliente inicia emocionado y termina emocionado.

• Mis clientes me dan paz y son parte de mi alineación.

• Mi audiencia crece más lento pero es más recurrente.

Eso es algo que podrás haber visto en los resultados de mis correos, con mis clientes y lo que comparto por aquí. 

Pero todo inició por lanzarme.

Ya si,

______

Happy Experimenting,

Karla Massiel

Por cierto,

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