Literalmente.

Me acabo de parar de la cama.

Y se me ocurrió una idea brillante, aunque todavía en crudo.

Sentí que era el momento.

Pero la motivación no vino de ahí.

Vino del Lab.

Esta semana pasaron demasiadas cosas en The Service Lab que no me aguantaba contarte:

Mi cliente, videógrafo, cerró 2 nuevos clientes en un mismo día. Venía de hablar con más de 100 leads (los tenía contados) sin cerrar ni uno. ¿Lo mejor? tiene solo una semana en el Lab.

Mi clienta, experta en procesos, se compró una pizza y casi le hago una ovación. ¿La razón? Cerró un cliente recurrente que representa el 65% de su meta mensual. Cuando entró al Lab, había soltado casi todo… y le costaba incluso celebrarse.

Mi clienta, arquitecta y diseñadora, ya tiene un sistema completo que optimiza el proceso interno del servicio con el cliente. No le faltan clientes, volvió al Lab para afinar lo que creamos en la primera temporada. Y justo la semana pasada, culminamos con esa parte.

Al terminar me dijo que tenía años queriendo algo así.

(Esa vaina me emocionó muchísimo.)

¿Y yo?

Todo eso paso mientras estuve en RD pa’ celebrar mi cumple.

Por eso, hoy, desde mi cama, sentí la necesidad urgente de explicar qué rayos es The Service Lab.

Y acabo de terminar un video que lo resume mejor que nunca.

Dura 18 minutos. Lo grabé con mi iPad.

No hay música épica ni edición fancy.

Solo claridad, contexto y lo que de verdad vemos dentro.

Así que esto es para quienes REALMENTE están interesados o les mata la curiosidad:

Aquí está el video

Nos vemos dentro (del video, por ahora).

______

Happy experimenting,

Karla Massiel

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