Si sigues esperando el momento perfecto,

vas a pasarte la vida afinando… sin tocar.

Yo también estuve ahí.

Esperando a tener tiempo.

A tener técnica.

Esperando a sentirme listo.

Pero ese momento… no llega.

Y mientras esperas, el piano se enfría.

Las ganas se apagan.

Y tú te quedas sin tocar lo que te emociona.

Hasta que un día, por cansancio o por rabia, me senté.

No tenía nada a mi favor.

Ni manos calientes.

Ni la cabeza despejada.

Pero tenía algo: ganas de tocar, aunque fuera mal.

Toqué. Me equivoqué. Volví a tocar.

Y ahí lo entendí:

la música no vive en la perfección.

Vive en lo que te remueve cuando suena.

📖 En el Capítulo 9 (págs. 54–59) de La Guía Práctica del Pianista Imperfecto hablo justo de eso:

✔ Por qué intentar hacerlo perfecto es la forma más elegante de no hacer nada.

✔ Cómo aprender más en una sesión honesta que en cien con miedo a fallar.

✔ Y cómo empezar a disfrutar… incluso si todavía te tiembla la mano.

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Si estás esperando el momento ideal para volver a tocar…

Ya te lo digo yo: ese momento no va a venir.

No como lo imaginas.

Toca hoy.

Equivócate hoy.

Disfruta hoy.

Porque el miedo no hace música.

Tú sí.

 >> La Guía del imperfecto pianista

Pasa un espectacular Domingo,

Javi 

PD1. Esta medianoche se acaba todo: la oferta, los bonus y las excusas. Hazme caso, toca el botón antes que las teclas.

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