Hay días en que te sientas al piano con toda la motivación del mundo.

Y terminas dos horas después pensando:

“¿Por qué sigo sonando igual que hace tres semanas?”

Tranquilo, tranquila. tranquile.

No es que seas un desastre.

Es que estás practicando mal.

Practicar sin objetivo es como ir al gimnasio a levantar pesas sin saber cuántas ni por qué.

Sudas mucho, sí… pero te quedas igual, y eso frustra.

En el Capítulo 2 (págs. 10 a 14) de La Guía Práctica del Imperfecto Pianista, hablo justo de esto:

de cómo la frustración y el perfeccionismo pueden convertir el piano en un campo de minas, y de por qué equivocarte es parte del proceso, no un fracaso.

Explico cómo dejar de castigarte por cada fallo, cómo recuperar la motivación cuando las cosas no suenan como esperas, y cómo transformar esos “errores” en pequeñas victorias que te hacen avanzar.

Por eso creé este libro.

Para que disfrutes el piano sin sentirte atrapado en un bucle de frustración crónica.

Si llevas tiempo dándole a las teclas y sientes que cada fallo te cabrea más que cuando el WiFi se cae en mitad de un Zoom...

este libro te va a sentar como una cerveza fría después de un ensayo de tres horas.

Te ayudará a soltar el perfeccionismo y esa manía de tocar “sin fallos”.

Con ejercicios reales, retos diarios y anécdotas de pianistas que la liaron más que un guitarrista borracho en una boda...

pero que transformaron esos fallos en su sello personal.

Porque la perfección aburre, y el alma se nota aunque las notas salgan torcidas.

Hasta el domingo puedes conseguirlo con dos bonus que completan el pack:

– Mini tutorial “Improvisa y fluye en el piano”

– Capítulo extra “Los secretos mejor guardados de los pianistas más irreverentes”

>> Consíguelo aquí

Pasa un gran día (y recuerda: mejor 15 min bien usados que dos horas de tocar por tocar)

Javi

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