Hay algo que me sigue fascinando de Mozart.

No solo su música.

También su actitud.

Verás…

Se cuenta que, cuando tenía 14 años, Mozart fue llevado a Roma y escuchó una pieza sagrada —el Miserere de Allegri— que estaba prohibido copiar o interpretar fuera del Vaticano.

¿Y qué hizo el angelito?

Fue a casa…

La escribió de memoria.

De principio a fin.

Y la tocó.

¿Mozart era un genio?

Sin ninguna duda.

¿Pero sabes por qué pudo hacerlo?

Porque había entrenado su oído y su cerebro desde pequeño.

Porque no solo tocaba…

Estudiaba. Observaba. Escuchaba. Repetía.

Y sobre todo… aprendía por secciones.

🎯 Sí, por partes pequeñas.

Mozart también descomponía lo complejo.

A veces, nos frustramos cuando una pieza no sale entera.

Pero es que no se toca todo de golpe.

- Se toca en bloques.

- Compás a compás.

- Mano por mano.

- Nota por nota.

Y cuando dominas las piezas pequeñas…

es cuando puedes hacer magia con las grandes.

Así que hoy te propongo esto:

🎹 Escoge un fragmento difícil (de 2 a 4 compases).

Y trabaja solo eso.

• Despacio.
• Separa las manos.
• Con metrónomo si hace falta.

- Hazlo tres veces seguidas bien con manos separadas.

- Otras tres veces seguidas bien, con manos juntas.

- No pases al siguiente hasta que ese no esté sólido.

- Y después… repite el proceso y ve enlazando secciones.

📌 Eso es lo que hacen los pianistas que de verdad progresan.

Y si quieres aprender a hacerlo con piezas que realmente te gusten, en el Song Club te voy a enseñar eso:

→ A tocar con estructura.

→ A estudiar con inteligencia.

→ Y a disfrutar en el proceso.

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Nos esperan muchas canciones.

Y muchas secciones pequeñas...

Pasa un fabuloso día,

Javi

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