Ayer estuve conversando con una clienta de The Service Lab. 

Justo hace unos meses culminamos nuestro proceso juntas, pero esta semana decidió agendar para el trueque que te comenté el martes pasado,.

Decidí dividir la sesión en dos partes:

30 minutos de entrevista.

30 minutos de sesión… (que se convirtió en 45 minutos porque no salíamos hasta que no quedó todo claro para ella).

El hecho es que en la primera parte le estuve haciendo preguntas, de esas que ya tenía planeadas… Y casual en una de ellas me responde:

"Sí, mi proceso de ventas está definido.

Es más he utilizado el mismo OBO System que me diste para todos mis otros servicios."

Yo quise actuar casual. Como que nada había pasado. 

Y ahora, que ya no estamos en entrevista, vengo a reaccionar contigo:

WHAAAAT! 🤩. Omg, esa vaina me pone más feliz. 

Y te voy a a explicar por qué, que seguro te ha pasado a ti también,

Cuando creé el OBO system lo creé por el dolor de cabeza que me daba no saber como sistematizar un servicio de forma simple. 

Pasé de aprender a optimizar, luego a automatizar con aplicaciones (buscándole la vuelta), luego a aprender de sistemas y por último aprendí de cruceros. 

Y ahí llegó el OBO System. 

Lo creé para mi, luego vi que podía servirle a una de mis clientas así que lo usamos en una sesión por primera vez y bueno, como ya ves, el resto es historia…

Pero el OMG no es por eso, es porque me emociona muchísimo saber que lo entendió TAN BIEN que ahora puede aplicarlo a otros servicios sin mi. 

, esa es la base de todo lo que enseño, básicamente… que no me necesites🤣. 

Y es también la razón de porque prefiero los sistemas: una vez los entiendes, se quedan contigo y puedes volver a utilizarlos cuando quieras.

Así que cuando veo que alguien es prueba viva de eso, es una confirmación de que la misión se está cumpliendo.

Y bueno, que el OBO System, está brillando

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Happy experimenting,

Karla Massiel

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