A ver cómo te lo digo…

“Descansar no es tumbarse en modo croqueta durante horas sin moverse ni para cambiar de lado. Porque descansar de verdad no es dejar de hacer, es más bien hacer algo que no te consuma, que te recargue.”

Y no, tampoco es engancharse a una serie de seis temporadas con el móvil en la mano, o a los reels de Instagram con el cerebro en Modo Avión.

Descansar de verdad —el bueno, el que recarga— puede implicar movimiento.

Sí, justo lo contrario a lo que nos pensamos, de hecho sólo tenemos que recordar cómo descansábamos cuando eramos pequeños, si eres de los míos seguro que lo recuerdas:

Cuando éramos críos, salíamos del cole con la mochila medio abierta, el bocata medio comido y una sola idea en la cabeza: ir a jugar. A correr, a inventar reglas nuevas, a pelear por el balón, a explorar la calle como si fuera otro planeta.

Y no parábamos hasta caer rendidos en la cama. Nadie nos decía “esto es descanso activo”, pero lo era. Jugábamos como si fuera lo más importante del mundo y, sin darnos cuenta, estábamos soltando el estrés del día (que tampoco sabíamos lo que era, por cierto). Lo hacíamos de manera natural conectando con otros, respirando, sudando, riendo, gritando, jugando, moviéndonos sin parar, siendo nosotros, siendo felices.

“Quizás por eso ahora, ya adultos y con mil responsabilidades, el descanso que más funciona es el que se parece a eso. A jugar.”

A hacer cosas que no se sienten como obligación. Caminar, correr, ir al gimnasio, escribir, pertenecer a una comunidad sobre algo que nos guste, leer, pintar, nadar, tocar la guitarra o montar en bici sin rumbo.

Atente:

Si puedes convertir una actividad en un pequeño juego para ti, habrás encontrado la forma más sana de descansar sin desconectarte del todo. Y sin dejar de ser tú.

Lo llaman descanso activo y no es otra moda pasajera.

Porque cuando lideras, el cuerpo parece que no hace nada, pero por dentro vas a 120. Estás ahí, sentado en una silla, y a la vez procesando cinco decisiones, tres conversaciones pendientes y un correo que no se cierra solo.

Claro que acabas el día como si hubieras hecho CrossFit. Pero sin músculo físico, sino mental. Esta semana te hablaba de esto aquí:

💪 El ritmo del líder es zona 2…

Te cuento otra pequeña historia, hoy estoy generoso:

El otro día una compañera me contaba que, en sus vacaciones por Holanda, hicieron una ruta en bici de 53 kilómetros con sus hijos. Así, sin reloj, sin prisa, disfrutando del camino, de los árboles, de los molinos, de nuevos paisajes, de reírse juntos y de pedalear como cuando eran niños. Reconexión, diversión y salud.

Exactamente lo que necesitamos más veces y a veces no hacemos con la excusa de siempre “no tengo tiempo”. Exactamente lo que el cuerpo y el alma piden cuando lideras todo el año. Y en eso estamos todos, porque cuando hablo de liderar aquí, me refiero al significado amplio de la palabra, liderar en tu casa, en el trabajo, en tu vida.

Creo que vas viendo los beneficios de jugar:

Jugar como niños mejora la claridad mental, reduce el estrés, ayuda a dormir mejor y evita que acabes soñando con desaparecer cuando sólo necesitas reconectar.

Pero tranqui, no te sientas culpable si no haces nada espectacular este fin de semana, no hace falta que te vayas a los Países Bajos. Simplemente haz algo pequeño, suave, casi invisible.

Pero hazlo.

Yo hoy comienzo el finde, escribiéndote este correo para hacerte feliz, para hacerme feliz, para olvidar los problemas, líos y reuniones de la semana. Y después de esto, me pongo a jugar con un Podcast que te voy a mandar en nada.

De momento puedes escuchar este, que también te hablaba de desconectar:

🛋️ El Mesías de la Siesta

Y recuerda que desconectar activamente también te hace mejor líder.

“Casi todo volverá a funcionar si lo desconectas un momento. Incluso tú.”

— Anne Lamott

4 preguntas para líderes que no saben parar sin culpa

— ¿Qué hacías de pequeño que te hacía tan feliz y hoy ni recuerdas que existe?

— ¿Qué parte de tu semana podrías llenar de algo que no te exija rendimiento?

— ¿Qué pasaría si priorizaras una actividad este fin de semana que no produce pero te conecta contigo?

— ¿Qué necesitas soltar para poder volver a jugar sin culpa?

Y si respondes estas… tengo una quinta que te puede desprogramar el modo robot.

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PD1: El descanso activo no es un lujo, es parte del plan si quieres llegar lejos sin romperte.

PD2: Si necesitas permiso para moverte sin culpa, aquí lo tienes. Firmado por ti. Solo hazlo.

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Un abrazo con método,

Chema Portero

Coach de líderes imperfectos que eligen hacerlo mejor cada día.





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