Leí hace poco una frase que me hizo pararme en seco:

“Escucha siempre a tu interlocutor como si éste te fuera a hacer millonario.”

¡Qué bueno, y qué difícil!

Porque si escuchas así, como si cada palabra fuera un billete de 500, vas a otro nivel.

Te dejas de postureo y te pones en modo presencia total.

Cuerpo, mente y orejas.

Mira.

Cuando me formaba como coach, y más aún cuando empecé a hacer sesiones reales, me di cuenta de una cosa:

“Si escuchas Abierta-Mente, aprendes y apreHendes.”

• Aprendes vidas.
• Cargas que no son tuyas pero las sientes.
• Dudas que parecen ajenas, pero te resuenan.
• Ideas que iluminan.
• Sueños que, si los miras bien, hasta te contagian.

Peeeeero…

Sí, hay un Pero, no una Pera.

Escucha, sí, Pero no robes.

Peeeeero… lo que no se puede hacer, repito, lo que jamás se puede hacer es ROBAR.

WTF?

Sí, mira.

Es que me jode pero hace poco me enteré de esta historia:

“Resulta que una supuesta terapeuta de postín de una ciudad no muy grande, había tenido varias consultas con un cliente. Al terminar esos encuentros, la muy h.p. agarró toda una idea de negocio del cliente para desarrollar en su localidad y la hizo suya, para ella. Ya está sacando beneficio de eso que su cliente le había confiado.”

Ojito con los coaches de barrio no certificados, pseudo-terapeutas, y otras mandangas. Esos son los malos de la película y los que pervierten estas profesiones.

Los coach certificados nos acogemos al código deontológico de ICF. Antes de cualquier sesión se firma un acuerdo de confidencialidad, grabamos todas las sesiones, y todo tiene un protocolo. En definitiva, esto no es un puto circo.

Ese código y ese contrato, no es un papel que se firma y se mete en un cajón.

Es una promesa profesional y humana:

"Como coach, lo que escuchas, no se usa para tu beneficio. No se filtra. No se recicla. Se honra. Se utiliza, sí, pero para ayudar a tu cliente"

Chema Portero - Coach CAC por ASESCO -

¿Qué hacer si te pasa?

Un consejo no solicitado, pero útil: DENUNCIA.

Sí, es jodido de demostrar, pero el susto que se llevará el ladrón, quizás evite que otras víctimas caigan en su red.

No estás ahí para sacar tajada. Estás para acompañar. Para preguntar. Para mirar sin querer dirigir. Para escuchar sin querer apropiarte.

Esto no es sólo para los buenos coach, vale también para los buenos amigos, los buenos familiares, las buenas personas en general.

No hace falta que te certifiques si no eres coach, pero no robes las ideas ajenas. Y si te gusta alguna, pide permiso a quién te la dio, a quien las escribió, a quien te la confió.

Así que…

Como Coach, como Profesional y hasta como Amigo...

Escucha como si te fueran a hacer millonario.

Pero actúa con ética… Como si te lo estuvieran confiando todo.

Porque muchas veces, eso es lo que pasa.

Y eso no se cobra.

Porque…

"Ser coach es un privilegio.

Ser confidente, un honor.

Y ser una buena persona… debería ser lo mínimo."

P.D.: Antes de escribir esta historia se la he mostrado a quien me la confió. No hay nombres, ni lugares, la historia es real. Pero aún así. He pedido permiso.

Chema Portero

El método LCK ®

Nos vemos.

Chema Portero

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