Hace unas 5 horas estaba en el gym.

Viendo las caras de prisa.

Huele a verano. La piscina exterior del gym abrirá la semana que viene.

Operación bikini.

Se nota la urgencia por estar en condiciones.

"Paso de ir a la piscina, así"

"Sabía que tenía que empezar después de Semana Santa"

Las caras que hoy he empezado a ver son las mismas caras que ponen muchos profesionales independientes a partir de septiembre:

"Tengo que conseguir más clientes"

"A este paso, me quedaré sin cumplir objetivos"

"En enero dije que este año no me pasaría lo mismo"

La diferencia es el timing.

La persona que hace operación bikini ahora va tarde para el verano. Pero aún está a tiempo de estar en forma para septiembre.

El profesional independiente que no ha cumplido objetivos en el primer semestre va tarde para el año perfecto. Pero aún está a tiempo de cambiarle la cara a los últimos 6 meses.

¿El resultado si no hacen nada?

La persona del gym llegará a septiembre igual que llegó a junio. Otro verano perdido.

El profesional independiente llegará a diciembre igual que llegó a junio. Otro año perdido.

Mismo patrón. Mismos resultados.

¿La diferencia entre quien rescata el año y quien no?

Cuándo actúan.

Unos esperan a septiembre para ponerse en marcha.

Otros aprovechan parte del verano para tener una ruta clara, montar su plan de acción y empezar a ejecutarlo sabiendo qué hacer cada semana.

Para llegar a septiembre mejor posicionados.

Sin tener que renunciar a la playa. O a la piscina. O a la montaña.

Sin esperar a darse cuenta de que necesitan clientes.

Sin esperar a tener urgencia.

Estoy preparando un "bootcamp de verano" de 2 semanas para profesionales independientes que quieran salir con una oferta clara y un plan de acción para conseguir pasta gracias a ella "ready to execute".

Si quieres info, responde "bootcamp" y te escribo.

Ángel “el sherpa para que no te pille el toro este año”