Una de mis varias facetas está relacionada con el tema gym.

Aunque estoy madurando, aún me cuesta no aconsejar a determinadas personas cómo realizar mejor determinados ejercicios.

Uno de ellos es el press banca.

La gente suele mover los brazos con ángulos que provocan que el hombro se involucre más de la cuenta en el ejercicio.

Ventaja de hacerlo así: mueven cargas leves/moderadas cómodamente.

Riesgo de hacerlo así: lesión en el manguito rotador cuando tratan de mover cargas altas.

Cuando aplicamos el cambio de técnica, se produce un retroceso en cuánto a la carga movida.

Ejemplo:

- haces press banca con mala técnica y mueves 50kgs en total

- cuando cambiamos la técnica (pasas a hacerlo bien), no eres capaz de mover esos 50kgs en total. Estarás un tiempo moviendo menos peso, pero trabajando el músculo que buscabas trabajar con ese ejercicio

- con el tiempo y la acumulación de repeticiones con buena técnica, gracias a la progresión, irás subiendo de peso mientras ejecutas el movimiento correctamente

En esa situación, hay gente que lo que quiere es desarrollar músculo y sigue el camino nuevo y hay gente a la que el ego no les permite aceptar el retroceso en el corto plazo aunque eso conlleve una gran mejora en el medio-largo y, por tanto, vuelve al camino viejo.

”¿Para qué vamos a hacerlo bien si podemos hacerlo como siempre?”

¿Quieres desarrollar el músculo o prefieres alimentar tu ego?

Ángel.

Sherpa de Vendedores Antifrágiles.

P.D: la mayor parte de esto que has leído fue un mensaje privado en LinkedIn antes que un email. Un mensaje que forma parte de una “prospección casual” que estoy teniendo con un nuevo contacto. Si recuerdas el primer email que te envié, mencioné que esta newsletter va de insights y ofertas (where to look) y no de aportar valor por la cara (how to).

Dicho esto, si quieres que te pase la conversación, dímelo.

P.D2: hoy no hay oferta pero sí un recordatorio. 12 de Febrero, workshop “The 3-Step Opener Framework”. Objetivo: que salgas de tus discovery calls sabiendo quién tiene intención de contratarte y quién no.

Si quieres detalles, puedes aprovechar el email en el que me pides la conversación y te los paso.