Esta vez sí
Aug 19, 2025 8:26 am
Nos vemos como únicos y especiales.
Tenemos visiones optimistas de nosotros mismos y nuestros proyectos.
Sobreestimamos el grado de control que tenemos sobre los eventos y subestimamos el azar.
También tendemos a sobreestimar nuestra capacidad para predecir el futuro.
Y ponemos una probabilidad más alta a eventos que deseamos que a eventos que no deseamos que ocurran.
Por ejemplo, le damos más probabilidades a conseguir el objetivo de facturación que nos hemos marcado que a no conseguirlo.
Es como el consultor que envía una propuesta a un potencial cliente que “encajaba como anillo al dedo” y piensa: “Esta seguro que sale. La propuesta es perfecta y la reunión fue genial”.
Pero pasan dos semanas sin respuesta.
Él piensa: “Seguro que tienen mucho trabajo”
Pero no considera que quizá:
- No era tan buen fit como pensaba
- Su optimismo al escuchar la afirmaciones del potencial cliente le hizo dejar de hacer las preguntas que tenía que hacer
- El potencial cliente nunca tuvo presupuesto real
- o simplemente no le interesó lo suficiente
Es más fácil culpar a las circunstancias que aceptar que fallamos en el diagnóstico.
O como el freelance que piensa “con que me ponga en serio un par de semanas en octubre a hablar con potenciales clientes, cerraré el proyecto que me falta para llegar a mi objetivo”.
Septiembre lo deja pasar, octubre se tuerce, y el proyecto no sale.
La culpa es de que “ahora no es buen momento para nadie”, “están todos ya casi pensando en acabar el año” o “el mercado está raro”.
Pero no de haber sobrestimado su capacidad para convertir conversaciones en clientes..
Cuando las cosas salen bien, somos genios.
Cuando salen mal, mala suerte.
¿Resultado?
No aprendemos de los errores porque no los vemos como errores nuestros.
Y seguimos repitiendo los mismos patrones que nos alejan de cerrar clientes.
¿Cómo minimizar las posibilidades de fracaso?
Reconociendo que:
- La propuesta puede ser rechazada (y no por factores externos)
- La discovery call puede estar mal enfocada
- Nuestro posicionamiento puede no ser tan claro como crees
- El proceso comercial puede tener agujeros
- La bañera no se llena justo después de abrir el grifo
La diferencia entre fracasar y no fracasar muchas veces está en hacer lo que hay que hacer mientras tienes a alguien que te va señalando las piedras con las que él ya tropezó.
Un sherpa que te ayude a minimizar esas posibilidades de error.
Ángel.
Sherpa de Expertos Antifrágiles.
P.D: En septiembre volvemos a abrir plazas en Antifragile Founders. Solo queda 1 plaza con bonus adicionales para quienes quieran minimizar estas posibilidades de fracaso. Si quieres info, responde “bonus” y te escribo.