Educar, sí. ¿Pero cuándo?
Dec 24, 2024 8:31 am
Si tuviste la paciencia suficiente para leer entero el welcome email que te envié al suscribirte, sabrás que mi carrera profesional ha girado siempre en torno a la formación y a las ventas.
Combinación explosiva, sobre todo cuando tenía una discovery call con potenciales clientes.
En mi época en Sales Planet hubo semanas en las qué tenía unas 5-6 discos. ¡Hubo más de una y de dos semanas con más de 15!
Quién me conoce sabe que siempre he tenido el desapego a la venta incorporado.
Yo iba a esas reuniones rollo:
“Si no hay fit, que se lleven algo de valor, al menos”
Así que ahí estaba yo, compartiendo pantalla y enseñando cosas; compartiendo mi ipad y dibujando funnels. Mostrándoles su web y dándole feedback.
Un espectáculo, vaya.
“Joer, Ángel, muchísimas gracias por la reunión de hoy, hemos aprendido un montón”.
Y ale, mi ego más inflado que nunca.
Recuerdo una reunión con el CEO de una empresa a la que se presentó con sus vendedores, su gente de marketing y gente de producto.
Éramos unos 8 en la sala zoom.
Hubo un momento que, viéndolos tomar apuntes, llegué a pensar que me iban a pedir hasta un certificado de formación (de esos que te da LinkedIn cuando completas uno de sus cursos, ¿sabes?)
Posiblemente fue justo después de esa reunión en la que dije:
¡Basta! Se acabaron las formaciones gratuitas.
A partir de ahí, me puse el gorro que tenía que ponerme.
Si quieres ser el Vendedor que tu solución merece tener, empieza por interiorizar esto:
La hipoteca no se paga con ego, se paga con dinero así qué primero él paga, y después tú educas.
Enero está a la vuelta de la esquina.
Típico mes para empezar un nuevo reto.
El mío: que todo Antifragile Founder consiga 20 nuevos clientes en 2025.
Responde “info” y te escribo.
¡Disfruta esta noche!
Antifragile Founders.
Conviértete en el Vendedor Antifrágil que tu solución merece.
Ángel.