Salvador es el típico responsable de crear clientes para su negocio que aún no entiende que una Discovery call NO es:

• Una masterclass a potenciales clientes
• Una sesión de consultoría gratuita
• Un diagnóstico completo
• Un taller express

El pobre Salvador confunde:

• Valor con gratuito
• Escuchar con enseñar
• Un lead con un alumno
• Su negocio con una ONG
• Una discovery call con un TED Talk

Y claro, eso le genera problemas serios:

Cambia "discovery" por "delivery"

• En vez de diagnosticar, ya está prescribiendo
• En vez de cualificar, ya está solucionando
• En vez de escuchar, ya está enseñando

No controla el proceso

• El lead pregunta, él responde
• El lead pide, él entrega
• El lead dirige, él sigue

Cae en la trampa del ego

• "Va a flipar cuando vea todo lo que sé"
• "Te voy a explicar exactamente cómo resolver tu problema"
• "Déjame compartir pantalla y mostrarte un documento que tengo"

Lo que debería ser: "Veamos si tiene sentido avanzar"

Se convierte en: "Déjame que te muestre cómo podríamos ayudarte"

Lo que debería ser: "Cuéntame más sobre ese problema"

Se convierte en: "Mira, te dibujo el paso a paso que deberías seguir"

Lo que debería ser: "¿Qué pasa si no se soluciona el problema?"

Se convierte en: "Te explico los 7 riesgos que deberías evitar"

Dejar de ser cONGsultor es más fácil que salir del Ikea en menos de 32 minutos.

Te lo dice alguien que, años atrás, fue Salvador el cONGsultor.

Hasta que tuve mi "a-ha moment" y, cansado de cerrar únicamente la ventana de la sala zoom, dije:

"Se acabó. Ni una consultoría gratis más"

A partir de ese momento me centré más en alimentar mi cuenta corriente y menos en alimentar mi ego.

El "Buá, Ángel, muchas gracias. Nos has ayudado mucho. Te decimos algo en pronto" dio paso al "¿Cuándo podríamos empezar?"

¿Y tú, qué, conoces a Salvador?

Por cierto, si quieres saber algo que tengo entre manos en relación a esto, responde a este email y te digo.

Ángel "el ex-cONGsultor"