Hay piezas que parecen simples.

Pocas notas.

Nada llamativo.

Casi como si no pasara nada.

Pero luego las tocas…

y te das cuenta de que lo importante no siempre está en lo complicado.

El Preludio en do mayor de Johann Sebastian Bach es una de esas obras.

Una secuencia de arpegios repetitivos, ordenados, hipnóticos.

Como si el piano respirara.

Lo estudié por primera vez cuando empezaba a entender que el piano no era solo técnica.

Que también era orden, paz, estructura.

Y por eso la recomiendo tanto a quienes están empezando.

🎯 Porque te obliga a escuchar.

🎯 Porque te enseña a controlar el sonido.

🎯 Porque transmite mucho sin hacer ruido.

Esta pieza fue la primera que grabé cuando abrí mi canal de YouTube en 2021 y hoy la interpreto para ti.

Sin florituras.

Con cariño.

Para que la escuches… y si quieres, la estudies tú también.

🎥 Puedes ver el vídeo completo aquí

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Pasa un estupendo día,

Javi

P.D. Esta pieza me enseñó que lo más sencillo puede ser lo más profundo. Mírala aquí.

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