Para despedir Halloween por todo lo alto, te voy a contar una historia que asusta más que esa peli de terror que viste de pequeño (y todavía te hace dejar la luz del pasillo encendida).

El protagonista: Niccolò Paganini. 

Un tipo que no solo tocaba el violín como un dios, tocaba con una velocidad y precisión que asustaba a cualquiera que lo escuchaba. 

Se decía quede joven, había vendido su alma a cambio de la maestría absoluta en la música, que tenía poderes especiales y que hacía cosas tan raras que, bueno… la gente empezó a pensar que había hecho un pacto con el diablo. 

Y esto no es cuento de abuela, no, no. 

Paganini no era cualquier músico.

Era el Michael Jackson del violín en su época, pero con una mirada intensa, sus dedos que parecían demasiado largos y ágiles y un aura de misterio que hacía que el público creyera estar viendo a un espíritu en el escenario. 

Según cuentan, a veces, en mitad de sus interpretaciones, los asistentes juraban ver sombras extrañasmoverse detrás de él o escuchar notas que parecían venir del “otro lado”.

¿Te imaginas? 

El tipo tenía una habilidad sobrehumana, unas manos larguísimas que parecían deslizársele por las cuerdas como si fuera mantequilla.

¿Y lo más raro de todo? 

Su madre lo decía abiertamente: “Mi hijo tiene algo más.”

Y ese algo hacía que la gente viera sombras en el escenario o escuchara notas que parecía que venían del otro lado.

Pero aquí viene la guinda del pastel, la parte más perturbadora:

Paganini nunca quiso recibir los últimos sacramentos antes de morir. 

La iglesia lo consideró un hereje y cuando murió, nadie quiso enterrarlo en terreno sagrado.

Ni la iglesia se atrevió. 

Tuvieron que pasar años para que su cuerpo descansara (y no fue precisamente en la iglesia del barrio).

Algunos dicen que todavía se percibe su espíritu cada vez que un músico se atreve a tocar sus piezas, como si Paganini no terminara de largarse.

¿Será verdad? 

Quizá su influencia y pasión aún se cuelan en cada nota de las partituras, en especial cuando se acerca la noche de Halloween.

Lo sé, lo sé, me estoy viniendo arriba… Esto es Halloween y estas historias me salen solas. 

Y como solo quedan horas para que el pack se esfume, quiero que te lleves lo mejor del terror al piano:

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Un Pack de las Top 5 Partituras de las mejores bandas sonoras para Halloween, que solo te recomiendo si te atreves a tocarlas:

🎵 Esto es Halloween: Un toque de magia macabra al estilo Tim Burton.

🎵 Halloween Theme: Cada acorde, un cuchillo de Michael Myers.

🎵 Stranger Things: Con un poquito de suerte, te mete en el Upside Down.

🎵 Tubular Bells: “El Exorcista” para los que no tienen miedo (o eso dicen).

🎵 Hedwig’s Theme: Porque siempre viene bien un toque oscuro y mágico.

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