Eso dice una canción del grupo Los Secretos, muy conocido en los años 80 y 90 en España.

Y eso es lo que casi me ha pasado a mí... 

gracias a los que os habéis preocupado por no haberos escrito estos días.

Y a los que no... podéis borraros de esta lista;

está claro que ni os habéis enterado, porque ni siquiera abrís mis e-mails y es hora de hacer limpieza de "zombis".

Bueno, a lo que voy.

No sé si te ha pasado alguna vez eso de estar en la cama mirando al techo y pensar:

“Si Mozart compuso su Réquiem así de jodido… yo con levantarme para ir al baño ya he hecho bastante”.

Pues algo así he sentido yo estos días.

Con una gripe de caballo. 

De esas que no se conforman con darte fiebre, no…

Te quieren humillar. 

Quitarte las ganas de escribir, de tocar, de enseñar.

De vivir.

Me he sentido más cerca del otro barrio que del botón de “Enviar” estos emails.

Pero oye… aquí estoy. 

Poco a poco, recuperando fuerzas.

Calentando dedos y afinando el oído.

Y justo ahora que vuelvo a dar señales de vida...

se me ocurre ofrecerte algo que te devuelva la música al cuerpo esta Navidad.

Ideal para ti, si quieres comenzar o reconectar.

Ideal para regalar, si quieres sorprender.

Ideal para cerrar el año con un nuevo propósito para el que viene. 

Y sí, durante solo unos días puedes conseguirlo en condiciones especiales.

>> Entra aquí y mira de lo que te hablo

Volver a tocar puede ser el mejor regalo de estas fiestas.

Para ti, o para quien quieras.

Pasa un fabuloso día,

Javi

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