Imagina esta escena: estás en la boda de tu mejor amigo.

La fiesta va bien, todo el mundo en su salsa, los más tímidos ya llevan dos copas de más y hasta el abuelo del novio se ha arrancado a bailar con la novia. 

De repente, alguien suelta la frase maldita:

“Eh, tú, ¡toca algo en el piano!”

Ahí lo tienes: el piano, tú, y un montón de ojos encima esperando que te saques de la manga el próximo hit de Spotify.

¿Qué haces?

Exacto. 

Te haces 💩 encima.

Te congelas.

Te paralizas.

Te bloqueas.

¿Te ha pasado?

Horror.

Eso fue lo que me pasó a mí. 

En medio de la boda, me arrastraron al piano como si fuera la gran estrella de la noche. 

Y ahí estaba yo, delante del teclado, con la cabeza más vacía que una nevera después de Navidad. 

Ni una maldita nota en la cabeza.

Mi cerebro entró en pánico. 

Tecla negra, tecla blanca… todo me parecía un campo de minas.

Entonces pensé: “Mira, Javi, te has metido en esta, así que toca lo que sea. 

Total, nadie espera que seas Mozart”. 

Me lancé al ruedo y empecé a aporrear las teclas. 

Sí, literal, a lo loco. 

Notas sueltas, ritmos extraños, y una mezcla tan random que hasta yo mismo no sabía qué demonios estaba haciendo.

¿Lo mejor? 

La gente lo flipó. 

Empezaron a aplaudir y decir cosas del tipo “¡Wow, qué avant-garde! ¡Qué original!”.

Y ahí me di cuenta: No importa lo que toques, sino cómo lo disfrutas. 

Si tú lo gozas, el resto se monta en el barco contigo. 

Hasta el cuñado que no tiene ni idea de música te va a aplaudir si te lo pasas bien.

¿La lección? No esperes a que todo sea perfecto. 

Deja de dudar, confía en ti, y lanza las notas como si fueras el próximo genio incomprendido de la música. 

Lo importante es que lo hagas desde las tripas, con ganas, sin pensar demasiado.

Si alguna vez te has sentido así, bloquead@ en medio de una fiesta, te digo una cosa: mi Guía Práctica del Imperfecto Pianista es lo que necesitas. 

No solo para no quedarte congelad@, sino para convertirte en el alma de la fiesta, aunque no tengas ni p...*a idea de lo que estás tocando.

Ahora, te voy a ser sincero: 

Ayer terminó la promoción de lanzamiento, y si no la pillaste, te lo perdiste (lo siento, te avisé).

Peeero, como me caes bien, la puedes seguir comprando a su precio oficial de 12,99€, que tampoco es para echarse a llorar, ¿eh? 

Menos de lo que te cuesta invitar a tus amigos a una ronda, y con mucho más impacto.

>>Haz clic aquí y empieza a tocar sin que te tiemble el pulso.

Estupendo día,

Javi Nieto

PD1: Si te compras la guía, te aseguro que la próxima vez que alguien te pida que toques en una fiesta, serás tú quien lo disfrute. Y si no, al menos tendrás una buena excusa para reírte de ti mismo. Aquí.

PD2: Si te quedaste congelad@ la última vez que te pidieron tocar en público, ahora tienes la excusa perfecta para redimirte. ¡No más pánico escénico! Haz clic aquí y hazte con la guía.

PD3: Si conoces a algún pianista que sufre lo mismo (ya sabes, esos que en las fiestas dicen “yo no, yo no” cuando ven un piano), mándale esta guía. Le vas a hacer un favor.