Hay días en los que no apetece practicar.

Ni el piano, ni nada.

Te sientas, miras las teclas… y parece que pesan más de lo normal.

Y sin embargo, hay algo dentro de ti que no te deja apagarlo.

Ese algo, se llama compromiso.

Y no solo con la música.

Sino también con quién quieres ser.

Porque cada vez que eliges tocar —aunque sea 10 minutos—

estás diciéndole al mundo (y a ti mismo):

“Hoy no abandono”.

Y eso… también se entrena.

Igual que la paciencia.

Igual que la escucha.

Igual que la constancia.

Porque el piano, en el fondo, no solo afina dedos.

Afina carácter.

Y eso se nota.

Se nota cuando un alumno empieza tímido…

y acaba tocando con alma.

Cuando alguien no se cree capaz…

y termina aprendiendo su primera canción completa.

Y se nota cuando, incluso con dudas, decides no soltar.

Si hoy es uno de esos días flojillos,

toca una nota, una sola.

Pero no lo dejes.

Y si quieres hacerlo acompañado, con un método sencillo, flexible y motivador…

El Song Club está esperándote.

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Nos vemos dentro (si no aflojas antes).

Que pases un día genial,

Javi

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