Hay momentos en que una mano parece actuar como si fuera invisible.

Como si flotara con su propia agenda.

Y tú no sabes muy bien qué está pasando ahí.

Se llama el fenómeno de la “mano fantasma”.

Pero tranqui que no es magia negra.

Cuando practicas con manos juntas, a veces la mano “que no manda”, al principio se siente como si fuera invisible o inexistente.

Casi como un fantasma que no sabes bien cómo controlar.

El cerebro está acostumbrado a que una mano lleve el peso (normalmente la derecha en pianistas diestros);

y cuando le pides que la otra haga algo diferente, parece que no responde o que actúa por su cuenta.

Por eso la llamo la “mano fantasma”:

• No la ves moverse con seguridad.
• No sabes muy bien qué hace.
• Y a veces… ni siquiera acierta en las teclas

Pero para eso te traigo un ejercicio que le va a poner solución.

Funciona así:

1. Toca una melodía sencilla con la mano derecha.
2. Con la izquierda, toca un acorde constante (por ejemplo, Do mayor) y no lo cambies.
3. Luego invierte: melodía con la izquierda, acorde estático con la derecha.

Al principio, tu mente se descoloca.

Tu mano “fantasma” hace lo que le da la gana.

Pero a los pocos días…

La mano rebelde despierta.

¡Qué efectos tiene este ejercicio?

• Rompe la dependencia entre ambas manos.
• Mejora la coordinación mano-cerebro.
• Te prepara para improvisar, acompañarte y jugar de verdad al piano.

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Pasa un día genial

Javi.

P.D. Si conoces a alguien cuya mano izquierda siempre se rebela, mándale este tip.Y si este email te llegó reenviado, suscríbete a mi newsletter aquí y no te pierdas más trucos así.