Seguro que has oído mil veces que Mozart era un genio. 

Que componía sin esfuerzo, que tenía música en la cabeza como si le dictaran desde el cielo. 

Todo perfecto, todo impoluto.

Pues no.

La realidad es que el tío también cometía errores. Y no pocos.

- Escribía sus obras casi como un borrador, improvisando sobre la marcha.

- Si algo no le sonaba bien, lo tachaba sin piedad y empezaba de nuevo.

- A veces, dejaba piezas a medias durante años hasta encontrar la solución perfecta.

Lo curioso es que nunca se obsesionó con la perfección. 

No esperaba que todo saliera impecable a la primera. 

Mozart entendía que la música es un proceso, no un producto terminado desde el inicio.

Y aquí viene la lección para ti: tocar el piano no es un examen de perfección. 

Es una experiencia, un juego, una exploración.

Si crees que para tocar bien tienes que sonar impecable desde el primer intento, ya te aviso que vas a frustrarte. 

Porque ni Mozart lo hacía.

Por eso tengo algo que puede ayudarte para enseñarte a tocar con confianza sin importar los errores. 

Para que disfrutes el proceso sin sentir que cada fallo es un fracaso, y además ahora viene con un video tutorial para que te relajes y fluyas en el piano.

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Ah, y por cierto…

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Piénsalo así: si Mozart no se preocupaba tanto por la perfección, ¿por qué ibas a hacerlo tú? 

Pasa un día genial.

Javi

P.D1. Si alguna vez has sentido que el piano es más una fuente de estrés que de disfrute, necesitas leer esta guía. No te hará tocar como Mozart, pero te hará disfrutar como él. Aquí.

PD2. Si conoces algún Pianista con síndrome de perfeccionitis,  envíale este e-mail y que se suscriba aquí