Voy a ser claro.

Si cada vez que abres una partitura nueva te quedas mirándola como si fuera un papiro egipcio… tenemos un problema.

Tienes dos opciones:

1️⃣ Aceptar tu destino y dedicarte a otra cosa menos frustrante (como la papiroflexia o la cría de caracoles).

2️⃣ Aprender a leer rápido, con fluidez y sin tropezar en cada compás.

Si prefieres la segunda opción, sigue leyendo.

Mira, lo que nadie te dijo es que leer a primera vista no es cuestión de talento, sino de técnica.

Y sí, hay gente que te dice:

🎵 “Toca más y ya mejorarás”

🎵 “Lee mucho y se te quedará”

🎵 “Deja que la música fluya”

¿Sabes qué? Tonterías.

Si no sabes cómo entrenarlo, puedes pasarte años leyendo como un robot con artritis.

Por eso, tengo para ti una Micro Clase práctica con 6 TIPS CLAVE que te van a cambiar el panorama:

🎯 Cómo reconocer patrones y formas para leer más rápido.

🎯 Estrategias para no atascarte cuando cometes un error.

🎯 Cómo entrenar el ritmo y la coordinación sin perder el flujo.

En resumen: cómo dejar de sufrir y empezar a tocar con confianza.

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Sí, lo que cuesta una cerveza en un sitio caro.

Y por ese precio, vas a aprender algo que te servirá toda la vida.

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Y por cierto…

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Pasa un día genial

Javi 

P.D1. Si sigues leyendo partituras como si estuvieras descifrando un código en una película de espías, o compras esta clase o te mando deberes con partituras de Bach y sin café. Tú decides. Aquí

PD2: Si conoces a alguien que sufre cada vez que ve una partitura, hazle un favor y pásale este email. Su dignidad (y sus oídos) te lo agradecerán. Y si este mensaje te ha llegado por un reenvío, suscríbete aquí para recibir más trucos y evitar futuros traumas musicales.