🟠🧹Mi vecina tocapelotas. Hoy se acaba...
Oct 05, 2024 5:07 pm
Mira.
¿Has tenido alguna vez una vecina con un oído tan fino que parece que tiene un radar para pillarte justo cuando empiezas a tocar el piano?
Yo sí. Y créeme, esto es real.
Te cuento.
Cada vez que me sentaba al piano, ¡PUM! apenas tocaba la primera tecla y la vecina del 3º (alias, la tocapelotas de la escoba) ya estaba dándole a la pared.
Era como si su vida entera girara en torno a arruinar la mía.
Pero oye, con pasión.
Al principio, como buen ciudadano que soy (a veces), intenté de todo.
Tocaba suave, como si el piano estuviera hecho de cristal, probaba horarios “decentes”, ¡incluso me puse los auriculares!
Nada.
La señora seguía con su sinfonía de golpes como si estuviera entrenando para los Juegos Olímpicos del odio vecinal.
Hasta que un día, me harté.
Y cuando digo harté, me cabreé.
Mucho.
Me dije: “¿Pero qué coj...*s hago dejándome intimidar por una mujer que cree que puede tocar mejor una pared con una escoba que yo un piano?”
Así que subí el volumen (dentro de lo razonable, que tampoco quería que vinieran los antidisturbios) y empecé a tocar como me daba la real gana.
Improvisé, me equivoqué, me reí de mis errores, toqué fuerte, toqué suave, me importó un carajo.
¡Me lo gocé!, como decís los latinos.
Y adivina qué pasó después.
Nada de golpes en la pared.
¡Aplausos!.
Sí, como lo lees.
La vecina, la misma que estaba a un paso de llamar a la policía cada vez que yo respiraba, ¡ahora me estaba aplaudiendo!.
Al día siguiente, me la encontré en el ascensor.
Y cuando pensaba que me iba a fulminar con la mirada, me suelta:
“Ayer me alegraste la tarde. No sabía que tocabas así”.
¿Quéeeee?
Resulta que lo que le molestaba no era el ruido, sino mi toque de “no molesto a nadie”, mi intento patético de no hacer ruido, de no llamar la atención.
Lo que le molestaba de verdad era mi falta de confianza, de tocar con miedo, como pidiendo perdón.
Cuando finalmente me dejé llevar, toqué con las tripas, y lo disfruté como si no hubiera un mañana… ella lo notó.
Y lo agradeció.
La moraleja de la historia: Deja de tocar (o hacer cualquier cosa) para los demás y empieza a hacerlo para ti.
Porque al final, a la gente lo que le molesta no es el ruido, es tu miedo.
En mi guía “Guía Práctica del Imperfecto Pianista”, te cuento cómo liberarte de esas mier*...s mentales que te atascan.
No hace falta ser Mozart para disfrutar y hacer disfrutar a los demás.
A veces solo necesitas dejar de intentar ser perfecto y gozarlo.
Si alguna vez te has sentido como yo, pisoteado por lo que piensan los demás, es hora de cambiarlo.
Ponte a tocar para ti y manda a tomar por saco las escobas ajenas.
Pero hazlo ya, porque hoy es el último día en el que estará vigente la oferta de lanzamiento a 9,99 €.
Mañana sube.
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>>Haz clic aquí y empieza a tocar sin pedir perdón
Que tengas un gran día (sin escobazos),
Javi Nieto
PD1: La oferta especial de lanzamiento de la guía se acaba hoy a las 23:59. Después, lo mismo te toca seguir aguantando a la vecina tocapelotas. Ya sabes lo que tienes que hacer. Aquí
PD2: Y oye, quién sabe… igual hasta tu vecina te termina haciendo la ola también. Aquí.
PD3: Si conoces a otros pianistas, háblales de la guía y compárteles la página para que también puedan romper sus frustraciones y limitaciones en el piano. Aquí