Hoy podría contarte lo importante que es practicar cada día.

Podría decirte que si paras, retrocedes.

Podría darte la turra con escalas, disciplina y dedos de acero.

Pero hoy no.

Hoy quiero decirte algo que no suele decirse mucho:

Está bien no tocar el piano un día.

Sí, aunque estés aprendiendo.

Sí, aunque te preocupe perder lo avanzado.

Sí, aunque el calendario grite que deberías practicar.

Porque la música también necesita aire.

Necesita huecos.

Necesita silencio para que todo lo que estudias se coloque en su sitio.

No toques un día, o dos si no puedes.

Pero no dejes de volver.

Porque a veces, en el espacio en blanco, surgen las mejores ideas.

Las melodías que aparecen cuando menos las buscas.

La solución a ese pasaje imposible que ayer te tenía de los nervios.

Así que si hoy no vas a tocar ni una tecla, no es el fin del mundo.

Lo importante no es no parar nunca.

Lo importante es volver.

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Arriba.

Pasa un día genial,

Javi

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