Hoy toca hablar de Lady Gaga.

Mucha gente la ve con pelucas locas, vestidos imposibles y plataformas de 40 cm.

Pero lo que casi nadie sabe es que Lady Gaga empezó siendo una niña prodigio… al piano.

Empezó a tocar con 4 años.

Compuso su primera balada a los 13.

Y estudió piano clásico durante años.

Chopin, Beethoven, Bach…

Gaga los adora.

Pero en sus conciertos no se conforma con sentarse y tocar.

Se sube de pie al piano.

Baila encima.

Y lo cubre de purpurina.

Porque, bueno… es Gaga.

Antes de ser famosa, estuvo a punto de fichar como artista de piano bar.

Tocaba jazz, standards clásicos, y versionaba pop… todo solo con piano y voz.

Y aquí viene lo mejor:

a veces, en sus shows, coge cualquiera de sus hits…

y lo convierte en una balada jazz o en algo casi clásico.

Improvisado.

Como si nada.

Por cierto, si quieres verla en plena acción, subiendo a la silla y posando mientras toca el piano como solo ella sabe...

👉🏼 Échale un vistazo a este vídeo. Es puro show.

Y, por cierto, ¿sabes de dónde viene su nombre?

Lady Gaga se puso ese nombre porque su productor decía que le recordaba a Freddie Mercury.

Gaga era tan fan de Queen que solía cantar sus canciones en bares y castings en Nueva York.

Un día, su productor escribió “Radio Ga Ga” en un mensaje y el autocorrector lo cambió por “Lady.”

Y así nació Lady Gaga.

Todo por Queen… y por culpa del corrector del móvil.

Así que si alguna vez crees que el piano es “solo para música seria,” acuérdate de Lady Gaga.

Que un día toca Chopin… y al siguiente está subida al piano en mallas y lentejuelas, cantando “Poker face.”

Pasa un día genial,

Javi

P.D. Si conoces a alguien que dice que “el piano es aburrido,” mándale esto. Igual descubre que hasta Lady Gaga se pone clásica de vez en cuando. Y si lo recibiste reenviado, puedes apuntarte a la Newsletter aquí.