Lluvia de plátano

Mar 10, 2024 3:54 pm

Una vez, hace mucho tiempo, me contaron una historia que he contado muchísimas veces, en muchísimo países y a día de hoy continúa maravillándome incluso más que cuando la descubrí.


En estos días, mi amiga Bea, me escribió algo que me hizo recordarla y es por eso que he decidido que de esto va a ir el noticiero crisálido de hoy.


Me contaron que en unas montañas de Colombia, por Santa Marta, hay unos hombres que son conocidos por estar en pleno contacto con su energía femenina. Eso se hacía palpable de muchas maneras pero lo que a mí más me alucinó es que ellos eran capaces de invocar la lluvia. Realizaban unas danzas y unos cantos con los que habitaban la conexión necesaria para que cayera agua del cielo a la Tierra. Y de esa manera, cuando era necesario que lloviera, ellos iban siempre a hacer los rituales pertinentes que su energía femenina provocara que el agua de lluvia besara a la tierra.


Hace ya más de diez años desde que me contaron esta historia y siempre está muy presente en mí. No sé bien por qué. El caso es que nunca he sentido que este relato fuera imposible. He soñado muchas veces en estar allí con ellos. No hay ni un ápice de duda dentro de mí en el hecho de que la música puede reactivar todo lo que de otra manera sería algo inconcebible.


Ahora mismo, en este instante, llueve un montón en el Grau de Gandía. El viernes de madrugada hubo una gran tormenta y desde entonces, la lluvia nos está acompañando intermitentemente.


Ahora mismo, en este momento, oigo las gotas en el pollo de la ventana y también las veo. Son bastante gordas y esto es de una gordísima alegría para mí. Sé que el Ullal está llenándose de agua. Sé que todos los campos de esta zona están recibiendo el agua que durante meses no han recibido. Sé que el verde está llegando.


Mi amiga Bea me escribió el otro día que yo había provocado las lluvias con una canción que había publicado el día anterior a que comenzara a caer agua del cielo.


Esto me ha dado pie a pensar en un montón de cosas durante esta semanita de luna menguante y me han nacido estas líneas:


La lluvia quiere que cantemos

para que ella pueda bailar.

La tierra quiere que lloremos

para que ella pueda brotar.



Esta semana me ha traído vendaval de situaciones en las que nada ha pasado desapercibido. Una de mis anclas ha sido estar en el proceso de grabación de una canción que me pidió una amiga del alma para el Repertorio 2024. Es una canción que compuso un surfero que nació el 18 de mayo de 1975 en la isla de Hawái. Este hermoso hombre taurino invita a quedarse dentro mientras llueve fuera y mientras tanto, cocinarse algo dulce, rico. Apagar las alarmas, despertar lentamente y relajarse.



BANANA PANCAKES - JACK JOHNSON



Aclaración: No es la canción de el único fruto del amor es la banana.


Sí que es verdad que las dos tienen algo pegadizo pero con rollos diferentes.


Ya me dirás si a ti también te lo parece.




Un abrazo oceánico en esta Luna Nueva en Piscis.


✨ 🌹 🐬


La Qris *

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