Estar en un lugar donde te gusta escuchar la lengua que se habla es un verdadero gustasu.

Quizás tú, como yo, tuviste la fortuna de crecer en un lugar donde no había una única lengua.

En mi caso, aunque nací en Canarias, a los 4 años ya estaba en un cole en el que es parlava valencià.

El Noticiero Crisálido de hoy trae una de esas historias que recuerdan al cuento chino: ¿Buena suerte? ¿Mala suerte? Quién sabe.

Resulta que tuve una profe en primaria que me dio la tabarra que no veas.

El resumen es que me hizo asquear el valenciano una barbaritat!

Xé, horrorós!

Eso no debería ser legal.

En mi casa, con yaya de Jaén y madre criada en Madrid, el valencià no era nuestro pan de cada día.

Yo lo entendía todo, clar que sí!

Incluso, con algunas personas del Grau, salía esta cosa tan chula de que una persona habla en castellano y la otra en valencià.

Y todo bien.

Pero esta profe, mi querida Elvira, me machacó hasta la saciedad porque mi acento no sonaba valenciano pur.

Se burlaba de mí.

Me hacía leer en voz alta para corregirme delante de toíta la clase.

Vamos, un enfoque pedagógico un tanto revisable.

Eso fue en primaria.

En secundaria, tuve a otro profe que ni te cuento.

Francesc.

Un prenda que pa qué.

Ojo cuidao.

Quien me conoce sabe que amo las lenguas.

Cuantas más lenguas pueda albergar mi corazón y mi entendimiento, más feliz soy.

Ahora, de ahí a adoctrinar como lo hacía esta gente, hay un trecho.

Con Elvira me puse al día hace unos años.

Un día nos encontramos caminando por el Grau y me dijo que me había visto por la tele y que estaba muy orgullosa de mí. Que yo siempre había sido muy buena estudiante, que ya apuntaba maneras y que ella sabía que yo llegaría lejos.

Me sorprendí.

Se me pixelaron los ojos.

Le dije que mi vivencia en el cole con ella fue muy distinta a lo que me estaba contando en ese momento. Le pude decir, sin poner el dedo en la llaga, que me hizo aborrecer una lengua y ganar muchas inseguridades que luego, al vivir en Barcelona, tomaron otro rumbo.

Ella me dijo que no fue su intención.

Y aprovechó para amollarme que no sería para tanto.

Yo le dije que seguro que no fue su intención pero que si, casi 20 años después de eso, me seguía acordando, quizás sí que fue para tanto.

Pero bueno... que a lo hecho, pecho.

La cosa es que en estos días que estoy en Barcelona, escucho el catalán.

Por aquí.

Por allá.

Me encanta.

Para quienes leen el Noticiero Crisálido desde otros países y planetas, os diré que la diferencia entre el catalán y el valenciano es como la diferencia que hay entre el castellano que se habla en Toledo y el que se habla en Canarias.

Es la misma lengua pero hay las maneras de pronunciar, vocabularios y otras visicitudes que quienes conocen las geografías lingüísticas sabrían apuntar mejor que yo, no son las mismas.

Lo que quiero decir es que quien habla valenciano, entiende el catalán.

Quizás alguna palabra no.

Quizás alguna expresión tampoco.

Quizás cuando te dicen las horas te quedas pajarito.

Pero, lo básico, se pilla.

Y no sólo se pilla sino que, en mi caso, el catalán me hizo enamorarme del valenciano.

Mira qué cosa tan loca.

En Catalunya, según mi experiencia, muchas más personas hablan el catalán en comparación al número de personas que hablan valenciano en la Comunitat Valenciana.

(la guerra civil y sus secuelas)

Cuando vivía en Barcelona, mi oído estaba muy expuesto al catalán.

A sus sonidos.

A sus maneras de formular preguntas.

A esas cosillas que hacen que el cuerpo sienta placer.

Y eso es lo que me llevó de vuelta al valenciano y a apreciar la diversa preciosidad esta lengua que reina en Catalunya, Balears i la Terreta.

Hay una película que vi hace unas semanas que me dejo boca abajo.

Ahora que ya estamos en la época de Aries, viene como anillo al dedo.

Cusha.

Se llama:

La casa en flames

La casa en llamas

Una historia familiar que toca lugares que, para quien sepa ver, desarman cualquier tipo de juicio ante la complejidad de ser madre.

Quien hace de mamá es la actriz catalana Emma Vilarasau.

En los primeros 5 minutos de peli muestra que el tipo de bestia que es.

Fo!

Flipas.

Me ha encantado ver que le han dado un premio.

Y que diga todo lo que dice sobre ser mujer.

Sobre envejecer.

El agradecimiento a su mamá en los últimos segundos.

Y bueno...

Tantes altres cosetes que si vols:

NYAS, COCA!

PS: si te gusta el ritmo y el fuego, mañana se viene algo emocionante que sólo será anunciado en el Noticiero Crisálido. Invita a tus amiguis para que reciban la noticia. Que se apunten aquí y listo https://lacrisarts.com/noticierocrisalido/

PS2: b7s!