Techos de hospitales

Sep 04, 2025 11:11 am

No quiero que se me recuerde de ninguna forma.

Prefiero dejar el espacio vacío.


Silvia Neira





Escrito el 2 de octubre.


No deja de pasar la gente.


Pasillo p'arriba.


Pasillo p'abajo.


Batas verdes.


Batas blancas.


Batas moradas.


Sólo he visto una azulita.




Mi padre ha dicho hace un rato:


Lo peor de todo esto son los techos. Son aburridos. Cuadrados o rectángulos blancos con una separación de plástico entre ellos. Cuando estás en una camilla, estaría bien que pasara algo a donde tienes que estar mirando sí o sí.




Nunca había pensado en esto.


Los techos en los hospitales.


Ahí es donde miras cuando estás en la camilla.


He estado en camillas pero nunca había pensado en esto.




Hemos empezado a imaginar qué pasaría si dibujaran...


Flores.


Pececitos.


Pentagramas con partituras.


Poemas.




Con ese gesto, todo cambiaría.


Un gesto, aunque no lo creas, lo cambia todo.


Todo.




No creo que yo pueda realizar esto en un hospital pero quizás, no sé, me imagino, sueño, deseo... alguien lee esto y se lo cuenta a alguien. A la vez, ese alguien se lo cuenta a otro alguien y eso llega a oídos de alguien que sí que puede puede hacer algo.




Realmente, nunca sabemos el alcance de nuestras acciones.


Realmente.


Nunca.




También es difícil saber el impacto de las acciones de los demás.


Este es otro misterio.


Gran misterio.




¿Alguna vez te han regalado algo que hizo girar tu vida como una peonza encantada?


A mí sí.


21 de agosto de 2009.


Casa de la Marquesa de Gandía.


Andaba por mis 18 veranos.




Vino un grupo a hacer un concierto. Tactequeté. Fui hipnotizada por sus paisajes sonoros, los millones de instrumentos que sacaron, su alegría al estar en el escenario, cómo se miraban... nunca había presenciado algo así.


Al acabar el concierto, atravesé la timidez y fui a hablar con Antonio Sánchez, uno de los magos del sonido.


Al escucharme, hizo algo que me dejó loquísima.


Primero, me escuchó.


Segundo, me regaló un shaker improvisado que hizo con piedrecitas y una cápsula de plástico en la que iba un termómetro.




Me dijo algo que nunca olvidaré.


Y ahí comenzó el shake para mí.


Cuánto ha llovido desde entonces, carajo.




Y siguen pasando batas verdes, blancas y moradas.


Camillas p'arribas.


Camillas p'abajo.


No ha vuelto a pasar ninguna azulita.




Los regalos que recibimos, si siguen su curso natural, en algún momento serán regalados nuevamente.


Ese es el ciclo de la vida, como diría el Rey León.


He encontrado el vídeo con el que me inicié a los cascas y lo he desmenuzado.


Si quieres aprender, esta pareja de maestros son lo más.


Aleix Tobias.


Antonio Sánchez.




EN BOLAS




En el CASCARABIAS BÁSICO, están todas las técnicas para poder tocar esto.


He preparado un paso a paso.


Me detengo a contar detallitos varios.


Cosas que he aprendido después de unos cuantos años orbitando.




No podré pintar los techos de los hospitales pero quizás sí el de tu cama.


Te aseguro que cuando empiezas a tocar los cascas, pasan cosas.


Y una de ellas es que tu manera de soñar cambia.


Ya verás.




Ah!


Que en 3 días, se acaba la promoción.


Por si te interesa.




Cariño, esmero y dedicación.


De eso se trata la vida.


Dar lo mejor de lo que nos han dado.


Sabiendo que eso seguirá en movimiento.


Y en transformación más allá de una misma.


De eso se trata la vida.


Camillas p'arribas.


Camillas p'abajo.






Galaxia Cascas está en expansión.


El 7 de septiembre se abren las inscripciones más allá del Noticiero Crisálido.


Ya quedan menos plazas (¡gracias!)


Si te lo estás pensando, te diría que no tardes demasiado.


La vida es fugaz.


Y los techos muy aburridos.




Pintura para tu techo.




Abracicos con olor a otoño.


Aún es verano pero cada vez menos.


La vida es fugaz.


No dejes que tu plaza también lo sea.





PS: en el naranjita verás al Aleix y Antonio haciendo maravillas.



PS2: en bolas.



PS3: no podían haber elegido un nombre mejor.



PS4: así son los maestros.

Comments