Alohita!

Esto es para ti si eres tú.

Buen día.

Hoy te voy a escribir dos veces.

Y tendrás 2 oportunidades para darte de baja del Noticiero Crisálido.

La justicia por delante.

Conoces a gente que fuma, seguro.

Yo también.

Y esto te interesa, seguro.

Para no sufrir.

Ni hacer sufrir.

Cusha.

Desde pequeñita siempre he preguntado, ¿por qué fumas?

A mi madre le di una tabarra que flipas. Y mi hermana también se la dio. Para dar la tabarra, y alguna que otra cosa más, es genial ser dos.

Hay algo muy chuli cuando somos peques y es que preguntamos por todo.

Es algo inagotable…

Hay tanto por preguntar.

Tanto por saber y tantos adultos a quienes hacer repensar la realidad que tanto creen conocer.

Placer inagotable.

Preguntas agotadoras.

Cuando crecí un poco más, hace unos años (no muchos), seguí preguntando eso de “y tú, ¿por qué fumas?” y recibí muchas veces una respuesta pareja, similar, consonante, parecida.

No sé si todas se pusieron de acuerdo pero así fue.

La vida te da sorpresas.

Esto es lo que te quiero contar.

Por eso te escribo dos veces.

Este correo es el importante, el de las 13:11 será una tontería.

Pues, ¿sabes qué me dijeron cientos y cientos de personas de diferentes pueblos del mundo?

Que una de las razones que tenían para fumar es que no sabían qué hacer con las manos.

Que tener ese cucuruchito con alquitrán y un poco de hierba sagrada les hacía sentir seguridad.

(bueno, lo del alquitrán no lo decían… pero yo les leía la mente)

Así es la especie humana:

Siempre en la búsqueda de la (imposible) seguridad creyendo que hay algo que está en nuestras manos.

Ay, virgencita…

Tengámonos compasión porque si no no sé qué haremos.

La respuesta común muchas veces no es lo que se dice sino lo que no se dice.

Casi nadie nombraba la adicción.

Ya ves…

Como si no supiéramos que somos una especie que tiende a la obsesión, la adicción y la destrucción.

A veces obviamos lo más obvio.

Miedo.

Vergüenza.

Cositas.

Pero volvamos a eso de que “tener algo en las manos nos da seguridad”.

Me interesa.

Me interesa porque también soy una persona obsesiva y adictiva.

Y me gusta tener cosas en las manos.

Desde hace tiempo, después de algunos dolores de la vida, pensé:

¿Por qué no tener adicciones sanas?

¿Sería eso posible?

Quiero decir…

Ya que me voy a enganchar a algo, ¿por qué no hacerlo con algo que me flipa, no me hace daño y me divierte cacho?

Es importante hablar de todo esto hoy que hay luna llena en Escorpio.

Obsesiones, adicciones, compulsiones, intensidades, profundidades, sexualidades, transformaciones…

Todo eso está en el campo energético del Escorpión.

Ay, virgencita…

Tengámonos compasión porque si no no sé qué haremos.

Yo he encontrado una adicción chulísima.

Y la tengo muchas veces al día en mis manos sin necesidad de wifi.

Ojo cuidao a esto último.

Dependencia independiente.

Esta adicción me está creando una esquizofrenia deseable.

No puedo decir que no me provoque ningún daño cerebral, eso es verdad.

A veces siento cortocircuitos en mi hipocampo pero mola.

Y, por lo que me dicen, no soy la única a la que le pasa esto.

Intensidad, desafíos y sexualidad.

Tengo algo para ti.

Sólo si estás en Barcelona, claro.

Tocaremos las pelotas (sexualidad).

Vivirás la gravedad desde otra corporeidad (desafíos).

Tu coordinación va a crear nuevas conexiones (intensidad).

Ah.

Que prefieres adicciones destructivas.

Pues vale.

Cada cual tiene sus costumbres y hay que respetarlas.

Yo te ofrezco esto.

Y hoy a las 23:59 se cierran las plazas.

Muy chuli, tía.

Besis.

PS: "La vida no es perfecta, pero cuando logras dejar atrás las adicciones, aprendes a encontrar belleza en la imperfección."

Drew Barrymore

PS2: no sé si es posible dejar atrás las adicciones. Sí que sé que es posible escoger adicciones con las que aprender a surfear esta vida loca, loca, locaaaaaaaaaa.