¿Qué mierdas están haciendo?
Oct 02, 2024 12:58 pm
Hoy hablamos de talento.
De absentismo escolar (bidireccional).
De la caída de las notas en los centros educativos.
Del coraje.
Los niños de Beniopa me están dando un máster
en recursos humanos, sistémica y rango
que ya querrían algunas universidades.
Digo niños porque son ellos.
Ellas no se están acercando mucho en estos días.
Quizás mañana sí.
Ya veremos.
Vamos al lío.
Que por eso estás aquí.
Tú das vida al noticiero crisálido.
Y yo, como servidora, te traigo noticias que puedan abrir
las crisálidas de nuestras existencias entrelazadas.
Gracias por estar aquí.
Pues eso.
Ayer estaba junto al mural.
Lucho estaba grabando los últimos brochazos de Dani.
Los 80m2 ya están pintados.
Sólo queda añadir algunas letricas
de agradecimiento y producción.
Yo estaba ahí.
Mirando.
Escuchando la pintura.
Mirar colores (fuera de una pantalla) es muy poderoso.
Estaba ahí, paseando por mi imaginación.
Ahí se acercaron el José y José Ramón.
Venían en patinetes y bien repeinaos.
Lo primero que me dijeron fue:
- Haz que eso que haces con la boca que está tan chulo.
Me quedé de piedra.
Habían venido con una petición muy clara.
Cuando eso pasa, gloria bendita.
Empieza la conversación:
- ¿Ni siquiera me decís hola? Me veis y ale, a darme órdenes.
Pues, ¿sabéis qué? Que así no se trata a nadie.
- Va, prima... hazlo. Hemos venío a verte.
- Hola. ¿Cómo estáis? ¿Habéis dormido bien?
- Sí, muy bien. Nos acostamos tarde. Venga, va... hazlo.
- Ahora no me apetece. Después lo hago.
- Va, que el José Ramón no te ha visto hacerlo aún.
Quiero que te vea y lo pase bien.
- José, haz tú un poquito,
que ya has aprendido en estos días,
y después lo hago yo.
Y así sucedió.
Él hizo un poco de beatbox.
Y después de él, fui yo.
Lo primero que tenemos que saber cuando tratamos con otros seres humanos, y especialmente cuando son niños y niñas, es que delante de nosotras tenemos un ecosistema inteligente sofisticado.
Un ecosistema inteligente que puede que comprendamos.
Un ecosistema inteligente que puede que no comprendamos.
En cualquier caso, lo es.
Si quieres, lo aceptas.
Si no quieres aceptarlo, prepárate para sufrir más de lo necesario.
Cuando algo no se acepta, mal rollo.
Explosión asegurada.
Catástrofes emocionales.
Caos vincular.
¿Por qué esos niños gitanos
vienen a verme pedirme algo
cuando deberían estar en el cole?
¿Qué ha despertado su interés
para venir a ver a una paya blanca
cuando saben perfectamente lo que
es cagarse en la cara de alguien que
represente una autoridad opresiva?
¿Qué ha pasado entre nosotros
para que la confianza se presente?
Realmente, no lo sé.
Pero hay algo importante que puedo decirte.
Siempre que voy a Beniopa voy con un pensamiento claro:
A ver con qué genialidad me encuentro hoy.
Sé que me caeré de culo.
Cuando voy al pueblo sé que me voy a encontrar con niños y niñas muy vivos. Extrañamente vivos para los tiempos que vivimos. A veces se podría decir, incómodamente vivos.
Cantan en la calle a grito pelao.
Preguntan cosas.
Quieren aprender.
Quieren aprender a su manera pero quieren.
E insisten.
Ahora están aprendiendo a hacer beatbox.
Porque les gusta y punto.
Practican.
Lo pueden hacer con su cuerpo.
Lo pueden hacer con sus amigos.
Pueden hacerlo junto a las grabaciones de Camarón.
¿Por qué hay absentismo escolar?
¿Por qué caen las notas?
¿Por qué hay bullying?
¿Será que el profesorado no está presente en las clases?
(conozco el nivel de cansancio del sistema educativo)
¿Será que el profesorado no sabe captar su atención?
¿Será que el profesorado no entiende
que tiene frente a sus narices ecosistemas inteligentes
pidiendo agua a gritos?
¿Será que el profesorado no entiende de que va su profesión?
¿Será que el profesorado ha olvidado su talento individual
y por eso no puede verlo en sus estudiantes?
Ojo cuidao.
No tengo nada en contra del profesorado.
Soy consciente de que, en gran parte, estoy generalizando.
Lo hago porque he visto muchas cosas.
Cosas que no deberían suceder en los centros educativos.
Así lo digo.
Con coraje.
Con rabia.
Hoy estoy así.
Al mismo tiempo, sé que también hay profes alienígenas abriendo todas las brechas posibles y arrojando luz en corazones de estudiantes que sólo piden un espacio de creatividad, exploración, aprendizaje, conexión y comunidad.
Tienen sed.
Y nosotras, supuestas adultas, tenemos el agua.
¿La tenemos?
¿Nos dieron el agua a nosotras?
En 19 días voy a dar una formación a profes de la Comunidad Valenciana.
He aceptado este trabajo porque, evidentemente, no tengo nada en contra del profesorado. De hecho, amo esta profesión. Creo que profes, maestras, acompañantes son una de las grandes llaves del cambio individual y social.
Mi admiración por este rol es grandísimo.
Lo que no entiendo es qué mierdas están haciendo.
¿Qué hacen cuando pasan de un estudiante?
¿Qué hacen cuando piensan "aquí no hay nada que hacer"?
¿Cómo no van a caer las notas cuando has dejado caer a la persona?
De eso les hablaré.
Y les hablaré de ello mientras jugamos.
Ritmo y malabares.
Así se llama el taller que haremos.
Porque la vida es un malabar.
Porque el ritmo es la sangre de nuestros cuerpos.
Porque necesitamos más Y.
Si quieres beber de mi locura pedagógica, aquí.
El precio son 40€.
Hay 60 vídeos.
Cada vídeo te sale a 0,66.
Pronto subirá el precio.
PS: si quieres vivir un gran malabar con mucho ritmo, vente el sábado a Beniopa. Mi estómago ya empieza a flipar con lo que se viene.