Vuelve el fuego
Mar 23, 2025 12:13 pm
Quizás te interesa la música.
O lo que es su base:
Crear tiempo para la escucha.
Lo que me ha traído a Barcelona esta vez es que Suzie Collier está haciendo un retiro de creatividad, música y qué es esto de ser humanos sintientes.
Otro día (o días) hablaré del viaje en este contexto privilegiado donde nos estamos encontrando personas de Mombai, Toronto, New York, Argentina, Armenia, República Checa, Alemania, Francia, Kenya, Suiza, Bélgica, Londres, Suecia, Chile…
Quien me conoce, sabe qué conocer a Suzie Collier forma parte de un sueño mayor para mí.
Otro día vamos p’allá.
Lo que el Noticiero Crisálido quiere compartir hoy es un consejo no solicitado.
Ay!
Que he escrito conejo.
Vale va.
Vamos con el conejo no solicitado.
Hay quien se apunta a formaciones de manera compulsiva.
Esta es otra de las ramas de la titulitis.
Pero tiene otra particularidad porque, en ciertas formaciones, no hay título.
Entonces, ¿qué hay?
¿Qué nos hace apuntarnos una y otra vez a formaciones que nos confirman lo que ya sabemos?
No es el caso de lo que estamos buceando con Suzie.
Otro día te cuento por qué.
Y verás.
Sí que es el caso de muchas formaciones o cursos que alimentan el fuego de la necesidad de validación.
La necesidad de validación es básicamente lo que usaron como frase principal en la película Avatar:
TE VEO
Nuestra necesidad humana de sentirnos validades es algo que nace en nuestra tierna llegada a la Tierra.
O sea, cuando nacemos del vientre de nuestra madre.
Si cuando soy bebé nadie me ve, nadie valida que tengo hambre, que me he hecho caca, que tengo sueño o que me muero de calor, no voy a superar ese malestar por mí misma.
Por tanto, la validación es una cuestión vital.
Pereceré como una plantica sin agua.
La validación y tiene mucho que ver con el reconocimiento, otra de las grandes necesidades nuestras.
¿Qué pasa entonces con lo de las formaciones compulsivas?
Que a veces, tú y yo nos apuntamos a algo sencillamente para que nos vean.
¿Algún problemo en eso?
Sí pero es pequeño.
O grande, según.
Como en todo:
Es esencial hacer el incómodo ejercicio de descubrir qué es lo que me mueve a hacer algo.
¿Lo hago porque siento que voy a crecer y aprender algo estupendo?
¿Lo hago porque ando medio-medio de autoestima y quiero que me vean, me reafirmen y me abracen?
Ojo cuidao.
No estoy diciendo que haya que evitar lo segundo.
De hecho, es inevitable.
Lo importante es elegir bien el contexto para el reconocimiento, validación y abrazos.
Esa es la cosa que cambia el destino.
La manera de moverse.
La autonomía.
El fuego interno.
Desde ahí, hoy vuelvo a abrir el curso que nació en 2022 en la Hoguera Musical.
Esta es una de las cortesías de Mercurio retrógrado.
El precio es el mismo que el año pasado.
60€.
¿Lo que recibes?
60 vídeos de body music, beatbox y juegos rítmicos.
Y si te apuntas antes del 7 de abril a las 7pm, hay sorpresa incluida.
PS: quienes ya tenéis el curso de Ritmo y Juego, recibiréis también la sorpresa.