El Noticiero Crisálido de hoy va de confesiones.

Confusiones no.

Confesiones sí.

Resulta que ayer me desperté a las 6:37 para poder llegar al tren y atender felizmente al curso de dramaturgia al que estoy yendo durante este mes geminiano.

Todo fue de lujo.

Bueno, todo no.

Pero casi.

Me desperté antes de la alarma y dejé que mis ojos se abrieran sin prisa.

Me hice el desayuno y la comida.

Todo pa los tuppers.

Benedicto invento el de los tuppers.

Me duché.

Qué suerte tener agua corriente.

Salí de casa con mi mochila.

Súper bien de tiempo.

Voy sin prisa.

Ya en la bici miro mi ropa.

Noooooooo,..

Noooooooooooooooooo,.....

Noooooooooooooooooooooooooooooo.

Olvidé mi billete del tren y mi mágico cachito de plástico que me permite hacer circular el dinero en los pantalones que me había puesto el día anterior.

Todo iba de lujo hasta que me di cuenta de ese pequeño detalle.

No ticket.

No money.

¿Cómo carajo subo al tren sin billete y sin dinero?

Afortunadamente, tengo una gran experiencia en cómo moverme por el mundo sabiendo que el dinero no es lo que mueve el mundo.

Presta atención a esta última frase.

Es gratis y muy rica.

Mucha gente cree lo contrario.

Gente pobre que cree que únicamente con dinero se pueden hacer cosas.

Gente pobre porque ha olvidado lo que precede el dinero.

Gente pobre que critica el dinero.

Pequeño paréntesis dentro del paréntesis:

Si esto te hace pupa y prefieres huir, tienes el botón de salida abajo.

Si esto te hace pupa pero quieres ver que el dinero no es lo que mueve el mundo, quédate.

Si esto no te hace pupa porque tienes más dinero del que necesitas pero aún así estás infeliz y sin motivación en tu vida, quédate.

Cierro paréntesis dentro del paréntesis.

¿Sigues aquí?

Vaya...

Muchas gracias.

Serás de las pocas personas.

Gracias.

Es bien sabido que en cuanto tocamos el tema del dinero hay quien tiene la mecha muy corta y boom... ciaooooo!

Pues está muy bien.

En realidad, todo está bien.

Si ciaooooo, vabbè!

¿Qué hice ayer sin billete y sin dinero?

Usé lo que tiene todo ser humano en este mundo:

La capacidad de comunicar.

Mi madre sabe la de veces que me he colado en trenes.

Siempre se lo he contado.

Lo he hecho muchas veces.

Muchísimas.

Durante muchos años investigué cómo hacerlo y cómo, si me pillaban, salirme con la mía utilizando diferentes recursos.

Tengo mucha práctica.

No sé si siento orgull o pero esto es una realidad.

Tengo mucha práctica.

Lo he hecho en diferentes países.

Con diferentes en idiomas.

Con diferentes instrumentos.

No puedo decir que fuera una experta pero entendí muchas cosas del comportamiento humano y de las arquitecturas de las estaciones.

Creo que en total, en unos 10 años pagué dos multas.

En relación a todo lo que me colé, hay un justo equilibrio.

De hecho, me gustó pagarlas porque sentí que la humildad es más importante que salirme con la mía.

Desde hace un tiempo, ya bastante tiempo, no me cuelo en trenes.

Empecé a encontrar el placer de pagar.

El placer de la calma.

El placer de no mentir.

El placer de usar mi creatividad para otras cosas.

Desde que no me cuelo en trenes, vivo mejor.

Hacerlo me enseñó muchas cosas.

Sobre todo me enseñó cosas de mí y del vacío que sentía y que estaba llenando con toda esa adrenalina adictiva.

La adrenalina es una gran droga.

Poco se habla de ella.

Ayer decidí hacer algo nuevo.

No volví a la adrenalina.

Toma nota porque esto quizás te sirve aunque no te hayas colado nunca en un tren.

(ah, también me colaba en guaguas)

(ya que lo digo lo digo todo)

(guaguas, también)

Ayer fui a los encargados de la Renfe y les dije la verdad.

Les dije que se me había quedado el billete y la tarjeta de crédito en el pantalón de ayer y que necesitaba llegar a Valencia porque tenía un curso muy importante para este momento de mi vida.

¿Qué hice?

No exageré.

No mentí.

No inventé.

Dije la verdad.

Este curso de dramaturgia me está sentando las bases de algo que estrenaré en octubre-noviembre del 2026.

Realmente, hablé desde mi corazón.

Por alguna razón que desconozco, cada vez me cuesta más mentir.

Y...

¿Qué crees que pasó?

Mañana continúo con la historia.

Demasiadas confesiones por hoy.

Gracias y adiós si te quieres ir del Noticiero Crisálido de una delicuente de los medios de transportes públicos.

Abrazos grandes.

Y que vivas tu día a tu manera.

PS: la puerta está abierta para decirme qué piensas de estas confesiones.

PS2: me encantará leerte.

PS3: siempre me encanta.

PS4: reenvía este correo a tus amiguis que se cuelan en trenes y guaguas.

PS5: para darte de baja, abajo.