Ane me hizo ayer una pregunta.

Caminábamos por la orilla cuando la hizo.

Después de responderle, apareció un pez.

¿Eres una mujer muy estructurada?

Mientras escuché la pregunta, tenía todo el mar en mis pies.

Respiré antes de responder.

Hay preguntar que requieren más oxígeno y esta, claramente, era una de ellas porque sentí que no sabía muy bien cómo responderle.

¿Sabes cuándo el sí y el no no son suficientes?

¿Te ha pasado alguna vez cuando es todo al mismo tiempo?

¿Cómo articular esas verdades complejas?

En el mundo musical, a eso se le llama polirritmia.

Por suerte, mientras respondía, tenía todo el mar en mis pies.

Y después, ese pez en la orilla.

Nunca olvidaré a ese pez.

Y los rasguños de mi mano derecha, tampoco.

Esta es una historia para otro día.

Le respondí a Ane que para algunas cosas soy muy estructurada y para otras, puro caossssssssssss.

No pude remediar hablarle de cómo el ritmo es la mayor estructura que conozco y, para mí, la más sanadora de todas.

Ella me dijo que el ritmo se le daba fatal, que no lo entendía, que no le entraba, que era algo muy abstracto.

Escuché profundamente ese dolorcito.

Y del ritmo, claro...

Saltamos a la poesía.

El flip te lleva al flop.

La conversación avanzó y Ane me contó qué tal le va en su trabajo.

Yo seguía escuchando atentamente, con el mar en mis pies, porque trabaja con adolescentes y esa es una de mis debilidades. Muy grande, la verdad.

Me contó cosas muy importantes de cómo vive ella estar en el sistema educativo y la violencia que siente. Muy grande, la verdad.

Qué importante escuchar.

Entre verso y verso, me vino una conversación/podcast que el otro día me regaló Anita.

Tejido a tres voces por tres mujeres que se hacen una pregunta hermosa y urgente:

¿Qué mundo queremos dejarle a las habitantes del futuro?

Yo sé que escuchar es algo grande.

Muy grande.

Cuando la prisa reina, es imposible.

A veces, desgraciadamente, escuchar es un privilegio no muy extendido.

Todo esto tiene una raíz antigua.

Tanto como el pez que encontré en la orilla.

Pero bueno, no estamos tan mal.

El Noticiero Crisálido nos va compartiendo momentos diarios de belleza.

Oxígeno sin las dos moléculas de Hidrógeno.

Regalos para habitar el presente y construir un futuro desde el corazón y la sandunga que todo lo puede.

Si llevas un rato por aquí sabrás que en mi casa me enseñaron algo:

Lo güeno se comparte.

Gracias Anita por esta conversación que ahora es de más oídos.

Gracias Ane por las preguntas en la orilla.

Gracias Tierra de Mujeres.

Abracicos para ti.

Que pases un día chachi.

PS: la escritora, poeta y veterinaria rural española se llama María Sánchez.

PS2: si te inspira, comparte.

PS3: si acabas de llegar, apúntate.