Ética

Dec 09, 2024 12:11 pm

2003.


Iba al insti.


4º de la ESO.


Tuve por primera vez clase de Ética.


Andaba por mis 13 años.




Era la primera vez que alguien me hablaba sobre esos temas.


Qué significa la felicidad, qué responsabilidades teníamos, qué perfiles psicológicos existían...


Todo el curso fue impactante.


El profe, claramente, sabía cómo impactar.




Con los años, muchas conversaciones y estudiar por aquí y por allá, he visto que parte del impacto que viví venía por algo que ahora tiene un nombre un tanto peculiar:


Disonancia cognitiva.




La teoría de la disonancia cognitiva se refiere al conflicto mental que ocurre cuando los comportamientos y creencias de una persona no concuerdan.


Por ejemplo, si el profe de ética no actúa éticamente, eso produce una disonancia cognitiva.




En esa época, obviamente, no sabía nada esto.


Simplemente sentía algo extraño.




Hablar de valores éticos.


Poder enumerarlos y describirlos.


Todo eso no significa vivir de acuerdo a ellos.




Esto también es muy impactante.


Bueno, a mí me resulta impactante.


Sobre todo, en un contexto educativo.


Y más aún, con personas en un estado de esponjosidad tan bestia como es el cambio de infancia-adolescencia.




La disonancia cognitiva causa tensión.


Malestar.


Ansiedad.


Intranquilidad.


Incluso vergüenza.




Ojo al dato.


Escucha esto.




Sentir todo eso es algo insoportable.


Claro.




Por supervivencia, intentamos aliviar esas molestias de diferentes maneras.


Tratamos de “explicarnos las cosas”.


Rechazamos información nueva que contradice las creencias existentes.


Racionalizamos las acciones continuamente.


Ocultamos a los demás nuestras acciones o creencias.


Buscamos maneras para dejar de sentir.




(esta última es muy peligrosa)




Vamos, que lidiar con disonancias cognitivas no es algo sencillo.


No es una cosa fácil.


Es bien compleja, de hecho.




Aquí una reflexión no solicitada.


Igual que vamos a que nos hagan una placa cuando nos hemos dado un golpe en alguna parte del cuerpo y nos duele, en ciertas situaciones, cuando la disonancia cognitiva es grande y genera malestar, es imperioso y necesario encontrar a una buena terapeuta que nos acompañe a ordenar ciertos líos.


Esto es una inversión.


Yo lo hago.


Voy a terapia.


Estoy agradecidísima.


Gracias Laia.




Otra cosa que hago para ordenarme es estar en contacto con lo artístico.


Estar cerca de lo creativo.


O de cualquier movimiento que transforme la caca en abono.




Ir a conciertos.


Que me cuenten historias con finales que reparan.


Ver obras de arte que me hagan sentir esperanza, alegría y ganas de vivir.




Este jueves y viernes en Valencia habrá un ejemplo vivo de esto.


Toma nota.


Te va a encantar.




12 y 13 de diciembre.


Sala Carme Teatre.


Las entradas están vendidas al 90%.


Si no te das prisa, ciao.




Te aviso porque aquí, en el Noticiero Crisálido, queremos que nuestra gente viva con la mayor de los bienestares en estos tiempos convulsos.


Como tú comprenderás, no me llevo comisión.


Te lo digo porque lo bueno hay que compartirlo.




Utopía.


Compañía Miquel Barcelona.


Danza contemporánea + música en directo.


Las entradas cuestan 11€.




Nunca te han hablado y bailado sobre la Utopía así.




Hazte un regalo, anda.


Te lo vas a agradecer.




UTOPÍA







PS: después de todas las inundaciones que hemos vivido en la Terreta, recibir Utopía será mano de santo.

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