El Ratoncito Pérez habla de mí

May 23, 2025 11:37 pm

Cuando haces una pregunta debes saber algo:


La respuesta que recibas puede ser de todo menos lo que esperas.




No quiero decir que sea siempre y necesariamente así.


No, no digo eso.


Lo que digo es que está bien considerar que cuando preguntas algo, lo que viene de vuelta puede ser como la sorpresa de un huevo kinder.




Eso me pasó a mí ayer en el concierto de ayer de Rubí.


Mira qué bonico.


Ten paciencia porque voy a hacer un poco de laberinto con el Noticiero Crisálido de hoy para poder llegar finalmente al Ratoncito Pérez.




Resulta que ayer recibí esta respuesta de la mujer que estaba sentada al fondo a la izquierda de la sala:


Melangia.




La pregunta que le hice fue la siguiente:


¿Cuál es tu palabra favorita de hoy?




Y le pedí que la escribiera en el papel que le había dado.




Todo este jueguito que hago tiene que ver con las dinámicas de call and response.


También son conocidas como: pregunta y respuesta.


Estas dinámicas llevan alimentando las narrativas musicales desde el comienzo de los tiempos.


Blues, albaes, hip hop, villancicos españoles, gospel, Freddie Mercury en el Wembley Stadium...




¿Fue ese el comienzo?


No, no, espera.


Claro que no.


El comienzo fue África.




La llamada y respuesta (call and response) corresponde a un patrón de participación democrática que se utiliza en reuniones públicas.


También en rituales religiosos y en expresiones musicales vocales e instrumentales que se encuentra en las culturas del África Occidental.


Ojo cuidao.


Te dije que esto era bonico.


Pues aún hay más.




Este patrón musical fue llevado a Occidente por esclavos africanos.


Se trasmitió a través de los siglos en diferentes expresiones culturales, llegando a formar parte de eventos deportivos, canciones infantiles, celebraciones religiosas.


Pero sobre todo, de la música afroamericana en su miríada de estilos y formas derivadas, como gospel, blues, rhythm & blues y jazz.




Cuando yo le pregunté ayer a la mujer que estaba sentada al fondo a la izquierda de la sala, me estaba basando en esta misma estructura.


Me interesa mucho la participación.


Sé poco pero me interesa mucho.




Cuando leí la palabra melangia me quedé del revés.


Cogí el micro y le pregunté:


Això què vol dir?




Doncs...


És un sentiment que es caracteritza per una tristesa indefinida que pot no estar causada per una desgràcia de veritat.




Melangia puede ser traducida como melancolía.


Aquí sabemos que los sinónimos no existen.


Pero bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía.




De esa palabra mágica, ayer nació (y murió) la bossa nova de la Melangia para tres solistas a las pelotas midi y una Guadaloope medio desafinada.


Si estuviste ayer, sabes a qué me refiero.


Si no, pues no.




Pero tranqui, no fue algo tan importante.


Fue bonico pero no tan importante.




Lo que sí fue importante es lo que pasó justo después de acabar el concierto.


Cusha.


Conocí a Ramón.


Ramón es un niño del que ya me habían hablado una chipitina porque tiene una sensibilidad musical muy acentuada.




Ramón ama a Bryan May.


Ramón enamoró de la máquina de escribir.


Y también de las cucharas.


Lo entiendo totalemente.




Cuando nos despedíamos, me contó la mamá de Ramón que justo antes de entrar al concierto, se le había caído una muela.


Me enseñó la muela (preciosa).


Y le conté de aquella ves que vi al Ratoncito Pérez en el balcón de los Iris cuando a mí se me había caído un diente.




Me encantó recordar esa escena.


Hacía mucho tiempo que no lo hacía.


Me encantó.


Sentí melangia.




Yo sé que vi al Ratoncito Pérez aunque nadie me creyera.


Yo lo sé.


Y eso es suficiente.




El huevo kinder es que anoche, Alba, la mamá de Ramón, me mandó una foto de la notita que el Ratoncito Pérez le ha mandado a Ramón por su muela.


En esta notita el Ratoncito Pérez le dice a Ramón que él también me vio a mí.




¡Ves!


Lo sabía.


Lo sabía.


Lo sabía.




Muchísimas gracias a cada una de las personas que hicisteis que el concierto de Rubí(k) fuera una experiencia desafiante, divertida y bien toca pelotas.


La recordaré por siempre.


Qué armonías tan hermosas.


Qué lluvia poderosa.


Y cómo la lié en el último logaritmo.


Ay, ay, ay.


Otro día cuento esta historia.




Para aprender más sobre el call and response y otros juegos por el estilo, este curso que tengo disponible hasta el 31 de marzo te puede venir muy bien.


Son 60 vídeos en los que te comparto ritmos, patrones y maneras de jugar con tu cuerpo.


Aprenderás cosas como lo que hice ayer con María de la O.




El precio del curso es de 60€ euros.


Sé que es barato pero es que me gusta que sea accesible.


Lo güeno hay que compartirlo.




Disponible para ti hasta el 31 de marzo a las 23:59:


Ritmo y juego


(después, cuando vuelva a estar disponible, será más caro)




Catalunya, me voy despidiendo de ti.


Mañana tenemos la última parada con el Taller de Cascas.


Qué alegría.




Abraçaetes!


Que pases un bello día de luna negra.

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