Ser egoísta bien está bien

Nov 01, 2024 12:30 pm

Hoy me pongo un límite para escribir.


Podría decir muchas, muchísimas cosas.


Vivimos en la época de la infoxificación.




No quiero colaborar con ese movimiento.




Hay bombardeo de imágenes.


Noticias que generan odio.


Movimientos que quieren encontrar culpables.


Acciones que nos destrozan.




Desde hace 3 días, mi móvil está que arde.


Recibo mensajes de personas queridas de muchos lugares del planeta.


Es muy loco que amistades de la toda la Península, Canarias, Rusia, Ghana, Holanda, Brasil, Irlanda, Alemania, Argentina, Colombia, Burundi me pregunten por cómo estamos llevándolo en la Terreta.


Sólo puedo dar gracias por tener esta posibilidad de comunicación.


Confieso que, aunque soy milenial, no deja de asombrarme, y apabullarme por momentos, que podamos usar la tecnología para comunicarnos estando tan lejos.




Debo ser una milenial añeja.


Caducada incluso.


Ea.




No me acostumbro a este ritmo rápido.


No quiero acostumbrarme.


La lentitud me va bien.


Soy egoísta con mi tempo.


No quiero forzarme y encajar en ciertas estructuras.


Lo he hecho mucho.


Me he roto mucho.


Ya está bien.


Es momento de cambiar desde la raíz.




La respuesta a esta pregunta nunca es sencilla.


"How's it going over there for you and your family, Cris?


Are you safe?"




Me pregunto:


Am I safe?


Am I ok when so many people are in such difficult places?


How do I feel?





Dice Jung:


La verdad definitiva, si existe tal cosa, exige el concierto de muchas voces.





El noticiero crisálido de hoy reúne unas cuantas voces que me habitan.


Voces que se despiertan en las conversaciones que tengo, en los talleres que recibo y que doy, en las canciones que escucho, en los sueños que me visitan mientras duermo, en los paseos por el Ullal y el Mar.


Pero lo dicho, me pongo un límite.


Suficiente agua y barro hay ya en movimiento por la Terreta.





La respuesta sencilla sería:


Sí, yo y mi familia estamos bien.


En Gandía, Ontinyent, Valencia y Salem las tormentas no nos han arreado.


Parece mentira pero es cierto.


Estamos bien.




La respuesta compleja es:


Estoy agradecida de poder estar ahora en mi casa escribiendo esto. Estoy a salvo. Ayer comí con mi madre. Hay luz, agua corriente y mantitas secas en casa. Doy las gracias a cada rato. Al mismo tiempo, me siento secuestrada por muchas emociones al ver que muy pero que muy cerca de aquí hay personas con realidades muy pero que muy diferentes.


Estoy muy tritónica al saber que empresas como Mercadona e Ikea mandaron a sus trabajadores a currar cuando ya había alarma en todas estas zonas. Muchas de esas personas han muerto por ir a trabajar a un trabajo que no les cuida y no les valora. Repetiré una y mil veces: no des tu tiempo a quien no te valora. Sé que esto es difícil de asumir pero es la única manera de cambiar estructuras internas que sostienen todo. Hay que se egoísta y cuidarse. Y si alguien o algo no te cuida, pataíta con amor y ciao. No hay tiempo para tonterías.


Me re-contra-cabrea ver que el responsable político de la Comunitat Valenciana dijera tranquilamente en un comunicado de prensa televisado que el temporal iba a pasar en unas horas. Unas horas después el huracán estaba azotando a diestro y siniestro y las brigadas de emergencia, inexistentes por los recortes, no podían dar auxilio.


Me apena muchísimo que no hayan espacios institucionales para reunirnos, sentir y digerir todo lo que vivimos. Ver cómo y qué hacer ante un desbordamiento como este debería ser un derecho. Crear estrategias para acoger a quienes ahora no tienen nada. Proporcionar servicios básicos como, aparte de luz y agua, acompañamiento psicológico y abrazos.


Afortunadamente, hay otras vías y constelaciones de personas en primera línea haciendo maravillas. En estos momentos, las redes sociales hacen un gran trabajo para ver qué está sucediendo y cómo arrimar el hombro. Hay mucha belleza organizándose.


Otras estructuras están naciendo.


No hay vuelta atrás.




Esta es la cosa:


Sembrar unión.




Una parte de mí se siente mal por estar bien.


Otra parte de mí entiende esta contradicción.


Es la contradicción humana.


Decido no culparme por mis pensamientos.


Soy un corazón en un ecosistema complejo.


No he de comprenderlo.


Lo sé.


Y tú también lo eres.




Decido centrar mi atención en cuidarme.


Cuidarse es uno de los mayores actos creativos.


No es sencillo.


No es cómodo.


La tormenta también es interna.


Luna nueva en Escorpio.


Aguas profundas que limpian lo que hay que limpiar.


No es sencillo.


No es cómodo.


Es necesario.


El mapa es claro.


La marea es alta.


Podemos colaborar o resistirnos.


Yo decido colaborar.


Sólo cuidándome puedo ser de utilidad.




Como dicen en el avión:


En caso de emergencia, ponte tú primero la mascarilla.


Sé egoísta bien.


Sé quien eres.


No olvides quien eres.


Recuerda quien eres.


Tú primero.


No para pisotear a nadie.


Sí para ser tierra fértil.





Humildemente, lanzo esta propuesta.


Un espacio donde cultivar la belleza en conjunto.


Un tiempo donde poder jugar con amabilidad nuestro ecosistema emocional.


Una apuesta por crear ritmos que sostengan la vulnerabilidad y valentía.



3 DE ARTESANÍA






Y aquí una canción de uno de mis apóstoles.





Abrazos inmensos en este Portal de los Ancestros y Ancestras.


Estamos en la Vida.


Nos toca jugar nuestras cartas.


Vamos con tiento.





PS: muchas gracias por todos los mensajes de cariño y mimo.

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