Conservar el espíritu de la infancia dentro de ti

May 26, 2025 11:11 am

Siempre hay algo que recomiendo:


Pasa tiempo con niños y niñas.




Hacer esto es viajar en el tiempo.


Bueno, en los tiempos.


Los quieren irse a Marte no han entendido nada aún.




Estar con niños y niñas es alucinante.


Cuando estoy ahí veo que hay tantos mundos dentro de este mundo.


Flipo carambolas.




El sábado, en el concierto familiar en Sant Cugat, pasó algo que me dejó gratamente sorprendida.


Bueno, pasaron varias cosas pero te voy a contar una.


Otro día, más.




Resulta que le hice una propuesta a un niño que se veía a la legua que estaba espabiladísimo.


Intuí que podría hacer cosas muy chachis con la Guadaloope.


Imagino que rondaba los 8 años pero no lo sé seguro.




Esta fue la escena.


Cusha.




Le propuse que viniera a hacer el sonido de un animal.


Me dijo que no.



Le propuse que viniera a hacer un ritmo.


Me dijo que no.



Le propuse que hiciera el sonido que le apeteciera.


Me dijo que no.



Le propuse que viniera a hacer lo que quisiera.


Me dijo que no.



Le propuse que viniera a decir que no.


Me dijo que no.




Ojo cuidao con esta maravilla de escena.


Aquí hay mucho que aprender.


Toma nota.




Todas las propuestas que le hice eran eso... propuestas.


Yo no quería conseguir nada de ese niño.


Quise probar.


Y probé.




¿Y lo mejor de todo?


Que él tuvo la libertad de decir que no a todas las propuestas.




¿Sabes lo importante que es que un niño o niña sea capaz de decir que no a una adulta que acaba de conocer y que está en una posición de autoridad?


Yo estaba en el escenario.


Micros, instrumentos a mansalva y esas parafernalias del artisteo.


Eso, lo quiera yo o no, viene con una autoridad.




Y él...


Este niño tan espabiliado...


Él supo conservar su no, o sea, su deseo.




Por supuesto, no me enfadé por su respuesta.


De hecho, me encantó.


Le pedí a todos los vientos que esa fuerza le proteja ante más situaciones que vivirá con otros adultos que le dirán lo que tiene que hacer y que muchas veces no será lo mejor para él.




Antes de empezar ese concierto firmé un trato conmigo misma:


Voy a jugar y quiero que jueguen conmigo. Esa es mi única regla.




Como dice Bruno Munari:


Jugar es algo serio. Los niños de hoy son los adultos de mañana. Ayudémosles a crecer libres de estereotipos. Ayudémosles a desarrollar todos los sentidos. Ayudémosles a ser más sensibles. Un niño creativo es un niño feliz.




Escribo el Noticiero Crisálido de hoy desde la Terreta.


La gira por Catalunya ha terminado.


Bueno, no ha terminado porque lo que he vivido no ha terminado dentro de mí.


Pero ya me entiendes...


Ahora vuelvo a estar a tiro de piedra del Ullal y pronto iré a jugar allá.




Oye.


¿Jugarías conmigo a algo?


¿Ahora?




Puedes decidir no hacerlo.


Claro.


Sin recores.




Recuerda que jugar es algo serio.


Jugando conservas el espíritu de la infancia vivo dentro de ti.


Por eso es serio.




El juego nos dice que las reglas existen.


Las reglas existen para que podamos jugar.


Y la partida, aunque te digan lo contrario, no ha acabado.




¿Juegas conmigo?


¿Firmarías esto?




Deseo que más niñas y niños conozcan esta joya que está al lado de mi casa.


Y que sepan decir que no cuando es que no.


Gracias.




Muchos abrazos.


Y suavidad que estamos de luna negra.


No te metas caña y relaja la raja.





PS: dice también Bruno Munari:



PS2: el lujo es la manifestación de la riqueza incivilizada que quiere impresionar a los que se han quedado pobres.



PS3: por eso no quiero que construyan un camping de lujo junto al Ullal.



PS4: juega.



PS5: en septiembre volveré a Catalunya. Que bé!

Comments