Pequeñajo se mete agua por el culo

Jun 28, 2025 11:11 am

Hoy vengo un poco estadística.


Me perdonen.




Se dice que Gandía tiene una población acerca de 75.911 habitantes humanos.


Algunos más humanos que otros pero cuentan igual.


Pero bueno.




¿Sabes qué población turística pasa a tener en verano?


Te voy a dar 3 opciones para hacerlo un poco más lúdico.


You ready?




1️⃣ Más de 900.000 (933.552)


2️⃣ Menos de 300.000


3️⃣ Todo Madrid y parte del extranjero.





No falta razón cuando decimos que la realidad supera a la ficción.


Gandía pasa de tener 75.911 habitantes humanos (algunos más humanos que otros) a más de 900.000 en verano.




Como diría mi Yaya:


Me cago en mi mala sombra.




Pues bueno, con esa cantidad de humanitos que ahora empiezan a circular por Gandía, como podrás imaginarte, vienen muchas historias. Muchasssss historias.


Ayer vi tres que me dejaron a cuadros.


O a pentágonos, ya ni lo sé.




Te cuento 2 para no saturarte.


Y lo tercero que te voy a contar:


Es un final feliz.




No mucha gente verá el final feliz porque estamos bastante hackeaditas con cosas durísimas pero bueno, por mi parte que no quede.


El Noticiero Crisálido tiene una misión clara y es señalar la belleza en medio del colapso irremediable.


Misión diaria.




Vale.


Cojo mi bici para ir a la playa.


Eran sobre las ocho y algo.




El sol ya se está yendo a dormir.


Es un buen momento para mí.




Ya en mi bici y con los cascos puestos escucho un berrido convertido en llanto que me deja alucinada.


Qué potencia.


Llorar y cantar se parece mucho, tanto.




Desde lo lejos veo:


- Una mujer caminando con su móvil. Vestido naranja salmón.


- Una niña de unos 11 llorando como si no hubiera mañana. Le cuesta mover los pies, eso no es ni caminar. Espalda arqueada hacia delante. Patalea.




No puedo escuchar lo que tengo en mis cascos.


Esto es una señal evidente.


Bueno, más bien es una señal sonora.




¿Qué hago?


¿Qué siento?


Sigo pedaleando más despacio.




Cuando las alcanzo, decido seguir en mi bici y pedalear a su ritmo.


Me quito los cascos.


Le hablo a la niña:




- Hola, ¿estás bien?


- Sí, estoy bien.


- ¿Qué te hace llorar así?


(la madre deja de mirar el móvil y me clava sus ojos como rayos láser)


- Nada, estoy bien.


- Hace unos segundos estabas llorando y me he preocupado.


- Es mi hija.


(continúo hablando con la niña)


- Simplemente quería saber si necesitas algo.


- No, estoy bien.


- Es mi hija y no necesita nada. Sólo es una rabieta.


- Perdona, no quería molestar. A lo mejor te asusta que venga así a hablar a tu hija. La he escuchado desde la otra calle y sólo quería saber si está bien.


(madre guarda el móvil y coge de la mano a su hija)


- Sé que tú intención es buena. Y sí, está bien. Sólo es una rabieta.


(miro a la niña)


- Vale, adiós. Que estéis bien.




No comentaré la escena.




Sé que la maternidad es un movidón que pa qué.




Sólo puedo decir que ayer viví esto.


Y que lo que más me sorprendió es que la niña dijera varias veces:


Estoy bien.




Entiendo que no me dijera a mí como está.


Una desconocida con pelos rizados bastante destartalados en una bici te pregunta de golpe cómo estás en medio de una llantina que ya quisiera Montserrat Caballé tener esos agudos.


Sé que no es fácil decir:


Estoy así o asá.





En situaciones así, me vienen aluviones de cosas.


La principal:


Aprendemos lo que vemos, no lo que nos dicen que hagamos.




Eso de predicar con el ejemplo no es una frase hecha.


Es real, realita, realota.


Por eso siempre digo que ir a terapia es bien recomendable. Si no tenemos un lugar y una persona con quien revisar y reescribir cómo nos han educado y criado, inevitablemente, vamos a repetir cosas que nos han hecho daño.


A todas las personas nos han hecho daño.


Punto.




Bueno, iba a contar otra historia más que viví ayer.


Es la del pequeñajo se mete agua por el culo.




¿La cuento?


¿No la cuento?


¿Es demasiado para un correo?





Va, muy breve.


Y más divertida.


Prometido.




Volviendo de la playa voy a limpiarme la arena a una de las duchas.


Sí, mi arma.


Aquí, en Gandía, tenemos el privilegio de tener duchas para quitarnos la arena.




Pues me acerco a la ducha y me veo a un renacuajo, no más de 4 años.


Estaba él en una de las duchas para limpiarse los pies metiéndose el chorro por el culo.


Qué cara de felicidad.


: )




Su papá estaba cerca.


Nos miramos.


Nos saludamos.


Nos dijimos adiós.




¿Conclusiones de estas historias?


No, no.




Lo que sí que veo es que es un movidón eso de criar.


Y educar.


Y pasar tiempo con peques.




También creo que debe ser una aventura maravillosa.


En fin, como todo, yin-yang.




Sé que hay muchas personas de naturaleza curiosa y amorosa que quieren ampliar su percepción a la hora de criar y educar.


Esto me flipa.


Sí, me flipa.




Claro, para ampliar la percepción hacen falta herramientas.




Resulta que hay una gente muy competente, profesional y espectacular bajo el nombre de La Semilla Violeta ofreciendo espacios de renovación educativa, vincular, pedagógica y laboral.




Ojo cuidao:


No me pagan por hablar de ellas.


Lo hago porque sé que lo que hacen es calité.


Y, como me enseñaron en mi casa, lo güeno se comparte.




Pues eso.


Mamá.


Papá.


Profe.


Educadora social.


Persona que trata con personas.


Mira lo que hace La Semilla Violeta.




Hasta el 1 de julio tienen un descuento de 150€ en su próxima formación.




Una formación que dura 10 meses y en la que vas a:


  • Aprender que puedes poner límites sin gritar ni castigar;
  • Convertirte en una figura de referencia clara, firme, amorosa;
  • Acompañar las emociones sin dejarte llevar por ellas;
  • Descubrir que es posible que los niños aprendan con ganas y motivación;
  • Comunicarte sin utilizar chantajes o amenazas;
  • Mirar al niño que tienes delante, no al que tienes en tu cabeza;
  • Encontrar una manera de estar en el aula con más ilusión y menos esfuerzo;
  • Y, sobre todo, volver a casa con la sensación de que lo estás haciendo lo mejor posible.





La duración es de septiembre 2025 a junio 2026.



Es presencial en Madrid (Ciudad Escolar, a 10 min de Plaza Castilla).



Título acreditado por la Universidad de Nebrija.




Vamos, un lujo.


De hecho, pa mí, el precio es barato para todo lo que ofrecen.


Y además, ofrecen facilidades de pago.


What else?!!!




Evidentemente, si no te interesan estas cosas, el precio seguramente te parecerá caro.


Entonces, evidentemente, esto no es para ti.


Es importante saber cuando algo no es para ti.


Y relajarte.




Doy las gracias de que haya personas haciendo lo que hace La Semilla Violeta.


Seguid sembrando, queridas.


Os necesitamos.




Pedagogía Activa y Transformadora - Edición VII




PS: José María Toro será uno de los ponentes de esta formación. Lo admiro muchísimo desde hace muuuuuuchos años. Es como un Stevie Wonder de la educación.



PS2: si quieres seguir haciendo las cosas a tu manera ciega y heredada, es mejor que no mires el naranja.



PS3: para transformarte y transformar tu crianza, mira el naranja.



PS4: puedes reenviar esta información.

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