¿Podemos saltar vuestra hoguera?

Jun 24, 2025 11:11 am

Hay algo que diré hasta mi último aliento:


Siempre que tengas oportunidad, escucha a niños y niñas.




No soy madre biológica.


Tampoco soy tía biológica.


Y aún menos, soy yaya biológica.




La vida es una paradoja que muchas veces.


Quizás sea porque cumplo esos tres requisitos que mi relación con niños y niñas es la que es.


Muchas de las personas que estáis aquí no cumplís este requisito.




Muchas de las personas que estáis aquí sois mamás-papás, tías-tíos, yayas-yayos biológicos. Lo sé, no porque os siga en redes sociales y os haya stalkeado. De hecho, desde enero, estoy en pausa en mi instagram y facebook.





Paréntesis dentro del paréntesis:


Durante el primer mes de esta pausa, viví un período de abstinencia tremendo. Mi cerebro pensaba en formato reels, stories, compartir contenido. Fue una sensación muy fuerte para mí porque no era consciente del tamaño de mi a-d-i-c-c-i-ó-n.


A día de hoy, mi cerebro tiene otra plasticidad.


No podría decir que he recuperado mi estado de antes (las adicciones nunca te dejan regresar a lo de antes) pero me encuentro con un espacio interior que me gusta mucho.


Es posible que como experimento con muchos límites vuelva a usar instagram. Facebook no lo creo. Ya veremos.


Cierro paréntesis dentro del paréntesis.





Sé que muchas personas sois mamás-papás, tías-tíos, yayas-yayos biológicos porque me lo habéis contado o porque nos conocemos de otras aventuras de la vida y el Noticiero Crisálido nos ha reunido.


Sea cual sea nuestro caso, me encanta.


Sigo alucinando de que el hecho de estar mandando un correo al día provoque lo que está provocando a nivel de comunicación.


Entre tú y yo.


Entre tú y tú.


Entre tú y otras personas.




Agradezco siempre mucho la ida y vuelta.


Y también, aunque parezca mentira, agradezco cuando alguien se da de baja.


Tan importante es estar donde queremos estar como dejar de estar donde no queremos estar.




Si recibir mis correos te genera algún tipo de ansiedad, se me ocurren dos cosas:


1) Te das de baja y en ningún caso yo me lo tomo a malas


2) Aprendes a leerme cuando te apetezca. Tal vez hay un correo que te llama la atención y lo abres. Tal vez no me lees durante semanas porque no tienes espacio para más y al cabo de un mes te lees un par.


Qué se yo.


Lo que quiero decir es que siempre hay un punto medio que es un poco contraintuitivo y que mola explorar.


Bueno, a mí me mola explorar.


Quizás a ti no te mole y prefieres cortar de raíz.


En cualquier caso, está todo estupendo porque tú estarás mejor y esa es la cosa esencial aquí.




Empecé (y acabaré) el Noticiero Crisálido diciendo que hay algo que hasta mi último aliento diré una y otra vez:


Siempre que tengas oportunidad, escucha a niños y niñas.




Para escuchar, tienen que pasar un par de cosas sí o sí:


- Te tienen que hablar.


- Tienes que estar escuchando a quien te hablar.




Sé que es básico pero a veces se nos olvida lo básico.


Mucha sveces.


Más de lo que no sgutaría.




La cosa es que anoche hicimos la hoguera más grande que había en 500 metros a la redonda.


Nos flipamos muchísimo.


Pero muchísimo.


(mucho aries y escorpio, jijijiji)





Cuando la hoguera ya era más chiquita, se acercaron dos niños.


Nos preguntaron algo y yo les pregunté su edad.


11 años.




- ¿Estáis seguros?


- Sí.


- ¿Creéis que podéis saltar bien esta hoguera?


- Sí.


- Pues adelante. Saltadlo todo.




Fue muy bonito que vinieran a preguntarnos:


- ¿Podemos saltar vuestra hoguera?




Este acto me hizo sonreír.


Y me dio esperanza.




Lo curioso es que vinieron más veces a saltar la hoguera y siempre nos preguntaban. Luego trajeron a sus hermanitas y les ayudaron a saltarla.


No hubo accidentes.


Todo fue hermoso.




La sorpresa final de este encuentro ardiente es que, al vernos escribir y lanzar papeles al fuego, se animaron a hacer lo mismo.


Nos pidieron papel y lápiz y escribieron.




Uno de ellos me dijo:


- Yo he escrito lo que no quiero que suceda más.


- ¿Me lo quieres contar?


- Sí, mira. No quiero que haya colegio, deberes y exámenes.


Sus amiguis se ríen.


- ¿No te gusta nada de la escuela?


- Sí, el recreo que me gusta.


- Entonces, ¿tal vez puedes añadir que no quieres que haya colegio, deberes y exámenes y recreo sí?


- Ah! Sí. Lo voy a hacer.




Sigo pensando en lo que quemó este niño.


Creo que nunca olvidaré esta escena.


Gracias.




En la carta natal, se puede ver cómo fue la experiencia escolar.


En nuestra sociedad, ese es el primer entorno de socialización.


Salir de casa.


Tener otras figuras de referencia aparte de mamá y papá (o quien sea que esté cumpliendo esas funciones).


Aprender de otros que son muy diferentes.




Todo esto se ve en la casa 3 de una carta natal.


Si tienes curiosidad, mira la tuya.


Puedes sacártela en astro. com




En mis prácticas astrológicas me interesa mucho lo que pasa ahí.


O lo que pasó.


Mirar lo que pasó crea comprensión.




Por ahora sigo en formato aprendiz y el precio es 39€.


En algún momento, seguiré de aprendiz pero un poco más profesional pero el precio subirá un poco.


Si te interesa que miremos tus estrellas conjuntamente desde una mirada respetuosa o no predictiva, aquí te cuento cómo.




Que ardas muy bien.


Feliz luna negra.


Abrazos mediterráneos.







PS: gracias a quienes compartís mi Noticiero Crisálido.



PS2: salta la hoguera.



PS3: pero antes, pregunta.



PS4: para darte de baja, botón de madera abajo del todo.

Comments