El Noticiero Crisálido de hoy trata de una tradición.

Una tradición que quiero conservar.

Una tradición que aprendí gracias a Mami Lola.

Y que además, voy a amplificar más allá de mis confines familiares.

Aprovecho para dejar claro que no soy yo de las que piensan que todas las tradiciones, por el hecho de ser tradiciones, deban perdurar en el tiempo.

Ni mucho menos.

Me viene la tradición del lanzamiento de cabra que se hacia en el municipio español de Manganeses de la Polvorosa (provincia de Zamora).

Ojo cuidao.

Poéticamente se le llama «el salto de la cabra».

Se celebraba el cuarto domingo de enero y un grupo de jóvenes (quintos) arrojaban a una cabra viva desde lo alto del campanario de la iglesia del pueblo.

Una multitud se encontraba a los pies del campanario con una lona para atrapar a la cabra y que no muriese reventada contra el suelo. El evento se inspiró en una leyenda local que dice que una cabra que milagrosamente alimentó a los pobres con su leche, cayó de la torre, pero aterrizó de manera segura.

En el año 2000, por considerarse maltrato animal e innecesario, se prohibió la práctica gracias a varios grupos defensores de los derechos de los animales.​

En años posteriores, se lanzó un peluche con forma de cabra.

Madre mía del amor hermoso.

Lo dicho.

No apoyo todas las tradiciones.

Sobre todo, si hay maltrato disfrazado de cultura.

Lo que hoy vengo a contar aquí es harina de otro costal.

Es algo que mi madre se encargó de enseñarnos a mi y a mi hermana.

Desde bien pequeñitas lo hacíamos siempre en Navidad.

Quizás tú conserves aún esta tradición.

Ojalá que sí.

Y si no, ojalá esto sirva para contagiarte.

Estoy hablando de enviar postales de Navidad.

Quizás eres de quienes odian la Navidad.

La verdad, te entiendo.

No te voy a convencer de lo contrario.

Tus razones tendrás.

Tengo un virus dentro de mí.

La ilusión de recordar que siempre puedo/podemos hacer algo diferente, sobre todo cuando hay algo que es más bien chungo, horripilante y asquerosillo.

Por eso, y otras cosas que iré contando, vengo con esta propuesta que va a estar disponible hasta dentro de 10 días.

Y además, de manera muy limitada.

Ahora te cuento por qué.

Me he propuesto diseñar unas postales crisálidas.

Habrá 34, una por cada año de mi vida.

Estas postales, aparte del diseño de estoy haciendo con mi puño y letra, contendrá un escrito personalizado para ti.

Aparte, incrustaré en un QR una canción inédita.

Las postales que mandábamos con mi madre siempre tenían dibujitos.

En este caso, el dibujo será sonoro.

Y será estrenado, exclusivamente, a través de estas postales.

Me entusiasma hacer esto.

Y sí, también tengo nervios.

Vamos con todo, oye.

También decir que la Comunidad de NatuRarezas tiene un trato especial.

Si estás o estuviste en:

3 de Artesanía

Ritmo y Juego

Viaje de Comunicación NoViolenta

Si esto te interesa, verás que hay un guiño de las Tortuguitas.

Es su manera de agradecer tu confianza.

En el formulario verás de qué se trata.

Espero que entre todas y todos,

hagamos que las postales vuelvan a circular

por el mundo entero.

Este es uno de mis deseos para estas Navidades.

QUIERO MI POSTAL

PS: envíale este correo a quien creas que le pueda encantar.