- Estás muy flaca.

- Tú no debes ser de buen comer.

- ¿Qué haces para no engordar?

La lista es larga pero la voy a dejar aquí.

Me juego una mano, y creo que no la pierdo, si afirmo que alguna vez te han hecho un comentario sobre tu cuerpo.

Ojalá me respondas y me digas:

Pues no sé de lo que me hablas, Qris.

El Noticiero Crisálido de hoy no va defender la gordura.

Tampoco es una apología de la flacura.

La vida es muy compleja y yo bastante ignorante.

Lo que sí que quiero decir con todas las de la ley es que a ver cómo lo hacemos para dejar de criticar los cuerpos.

El nuestro incluido.

Claro.

Ayer estuve en un lugar donde había miles y miles de cuerpos en bikini, bañador, trikini y otras prendas de baño cuyos nombres desconozco. Es muy alucinante la moda acuática.

Fui con un grupo de 11 personas a este lugar.

En algún momento, salió el tema de que estamos muy gordas y a ver cómo bajamos de peso.

La verdad es que no pude articular palabra.

Simplemente escuché qué es lo que decían estas mujeres sobre sí mismas.

A mis ojos, nada tienen que envidiar a la belleza de las montañas, los acantilados que te quitan el aliento, árboles que te regalan su sombra o los ríos donde el agua sigue su curso salvajemente.

Sé que la vida es compleja.

La auto imagen que hemos construido sobre nuestros cuerpos, también.

La cantidad de definiciones sobre cómo deberíamos ser es tan ridículamente grande que podríamos escribir un libro muchísimo más poblado que la Biblia.

Mientras escuchaba ayer a estas mujeres hermosas, no dije nada para intentar sacarlas de su discurso porque entendí que yo no podía hacer nada para cambiar lo que estaban pensando.

Entendí que lo que estaban pensando no es lo que son.

A veces, sencillamente repetimos sin cuestionar.

Para quien me ha visto en concierto, sabrá que soy una fiel de la repetición.

La Guadaloope me permite entrar en ese mecanismo una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.

Re-petir.

Ahora bien, o mal (quien sabe):

¿Cómo entrar cada vez de una manera diferente?

¿Es posible renovar la repetición?

¿Puedes hackear la máquina desde dentro?

Ahí quedan esas preguntas.

Ojalá nos den luz para dos cosas:

- Deja de criticar o hablar de los cuerpos de otras personas

- Deja de criticar tu cuerpo

Si hay algo que es un absoluto milagro y misterio, es el cuerpo.

Aprende a reverenciarlo.

Aprende a respetarlo.

Aprender a amarlo.

Y sí.

Podemos aprender a todo.

Este también es otro milagro.

Y sí.

Tenemos limitaciones, taras...

Y estamos a veces más p'allá que p'acá.

La pregunta es:

¿Qué vas a hacer ahora con-ti-go?

Llega un momento en el que las excusas caducan

Y claro, nadie dijo que fuera fácil.

El acertijo de la vida es tan divertido como intenso.

Johnatha Bastos da pistas.

Que pases un día chachi.

PS: ánimo con lo tuyo.

PS2: al carajo con esos comentarios sobre tu cuerpo.

PS3: recupera tu misterio y celébralo.