¿Me puedes enseñar a tocar eso?

Creo que no hay pregunta más irresistible.

El otro día me la hicieron dos muchachillas de Guadalajara en la playa.

Estaba yo allí jugando con mis palline clic clac y cascas, grabando algunas cosillas, cuando se acercaron. Estuvimos ahí un buen rato hasta que el padre de una vino y se disculpó conmigo.

- Perdónalas, es que son muy atrevidas.

- Me gusta. De eso va la vida.

- (grillos, grillos)

Las puedes escuchar en el narajita.

Qué graciosas, po favó.

Viva el salero atrevido.

Y a todo esto...

Quizás tú no te atreves tanto a preguntar así que lo hago yo:

¿Quieres que yo sea tu profe durante un rato?

Aquí hay una posibilidad.

Cusha.

No necesitas ser atrevido para tocar los cascas.

Simplemente querer hacerlo.

Y hacerlo (que son dos cosas diferentes).

Yo me encargo del cómo.

Creo profundamente que tocar un instrumento, estar cerca de la música, es una de las recetas médicas más poderosas.

No sólo te conecta con tu cuerpo sino que te hace entrar en un orden mayor como es el ritmo y esos misterios que han hecho que el ser humano sea más feliz cuando está tocando.

Los caminos crisálidos son inescrutables:

Ser más feliz es mejor que ser menos feliz.

Sentir más amor es mejor que sentir menos amor.

Así lo veo yo, por lo menos.

Quizás tú no.

Hoy a medianoche el precio del CASCARABIAS subirá a 169€.

Por ahora, el precio es 149€.

A partir del 7 de septiembre a las 00:00, el precio será 169€.

Y pasarán otras cosas.

Mañana te cuento.

Abracicos desde el Ullal.

Pasa un día chachi.

PS: como la Cenicienta, a medianoche, pasará algo con las calabacitas.

PS2: mañana, luna llena + eclipse en Piscis.

PS3: los cascas van a ser buena compañía para las olas que vamos a atravesar.

PS4: quien avisa no traiciona.