Queremos poner límites sin dañar

Jun 05, 2025 11:11 am

El Noticiero Crisálido es nido de belleza.


Y como no podría ser de otra manera, se van colando diferentes personas.


Hoy nos visita Elisenda Pascual i Martí.




Algo que siempre me gusta recordar, para las mentes malpensadas, es que siempre que hablo de alguien lo hago porque me da la santa gana.


No hay ningún intercambio económico.


Ni ná.




Nada en contra del dinero.


Simplemente aclaro porque si hablo de algo o de alguien es porque lo güeno hay que compartirlo.


Esa es ya una motivación poderosa y suficiente.




Pues eso.


Elisenda sabe de muchas cosas.


Una de ellas, de las más grandes, tiene que ver con la crianza respetuosa y desarrollo infantil.




Voy a copiar y pegarte cosas que dice.


Da igual que tengas peques o no.


La info es joya.





¿Cómo acompaño la frustración de mi hijo o hija?


La frustración no es el problema.


El problema es cómo la vivimos y acompañamos.


Cuando nuestros hijos e hijas se frustran porque no consiguen lo que desean o porque les ponemos un límite, muchas veces sentimos la urgencia de calmar, distraer o resolver. Pero… ¿y si no se tratara de evitar la frustración, sino de sostenerla?


“Esto les ayudará si yo les acompaño a sostener lo que sienten”.



Este cambio de mirada es clave.


Si me pongo nerviosa, si lo tomo como algo personal, o si cedo para complacer lo que me están pidiendo, no les estoy acompañando a construir recursos para sostener ese malestar.


Frustrarse duele, sí.


Pero también enseña.


Y acompañar no significa evitar, sino estar al lado, con presencia, sin juicio y sin prisa.

 




¿Qué hacemos con las pantallas?


Vivimos rodeadas de tecnología.


Y aunque hay edades en las que conviene alejar las pantallas lo máximo posible, no podemos pretender que no existen.


Si nos posicionamos desde la negación o la tecnofobia (“la tecnología es lo peor que le ha pasado a esta sociedad”), lo más probable es que nuestros hijos e hijas no nos cuenten lo que ven, lo que consumen ni cómo lo viven.


Por eso, a partir de cierta edad, necesitamos acompañar con apertura y con criterio. Revisar juntas qué contenidos consumen, por qué les interesan, cómo les afectan.


Acompañar no es prohibirlo todo. Acompañar es crear confianza para poder hablar de lo que ven y sienten sin miedo ni vergüenza.

 




¿Cómo abordamos la educación sexual desde la infancia?


El acceso a contenidos sexuales sucede cada vez antes.


En nuestro país, la edad media de acceso a la pornografía está en los 9 años.


Es un dato alarmante.



Pero esto no significa que tengamos que hablar de porno desde los 7.


Significa que, antes de que lleguen esos contenidos, debemos haber construido una base sólida:


  • hablar de deseo, placer y consentimiento
  • diferenciar buen trato de maltrato
  • respetar sus cuerpos y enseñar a cuidarlos
  • nombrar las zonas íntimas y las zonas públicas
  • poner límites coherentes y seguros

 


La educación sexual no empieza hablando de sexo.


Empieza hablando de vínculos, de respeto, de cuerpo, de escucha y de cuidado.




Lo voy a dejar aquí, ¿vale?


Vale.




Tres temazos:


Frustración.


Pantallas.


Educación sexual infantil.




Elisenda Pascual i Martí es una de las maestras que me acompañan desde hace años.


Sólo puedo recomendarla.


Así que...


Eso.




Hay millones de cosa de ella por el interné.


Busca.


Y encontrarás.




Elijo un artículo sobre cómo educar en la sexualidad antes de la adolescencia.


Es tremendo.


Incluso si eres católica, léelo.




Educar en sexualidad es hablar de buen trato




Abrazos desde el tren.


Que pases un día hermoso.

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